Con el oficio propio de un equipo superior, Boca alcanzó una dura victoria ante Temperley por 2 a 0. Y si se le hizo complicada se debió, en gran medida, a la obligación de jugar con uno menos durante todo un tiempo por la expulsión del arquero Agustín Orion. Pero supo sacarlo adelante, y administrando fuerzas, como buen gasolero, mantuvo el 1 a 0 del primer tiempo, conseguido por el gol de penal del Burrito Martínez, hasta liquidarlo en el final con el tanto de Jonathan Calleri.
Boca, que alcanzó su segunda victoria, tuvo mayor claridad en un contexto deslucido. Intentó progresar con la pelota al piso y abriendo la cancha, siendo la movilidad de Martínez lo más interesante. Y si bien tuvo pocas ocasiones, fueron las mejores. Como en la que jugada que el ex Central Boggino se interpuso para desviar sobre la línea una pelota de Meli que tenía destino de gol, y en la que el arquero Crivelli le tapó un remate desde corta distancia a Pablo Pérez.
Hasta que el uruguayo Nicolás Lodeiro, en su estreno con la camisete xeneize, metió un pase en profundidad, Meli corrió en soledad y cuando intentó la gambeta, Crivelli lo bajó. Penal que Martínez cambió por gol.
Con sus limitaciones, Temperley se volcó con decisión. Le sobraron ganas para jugarse en cada pelota, por momentos más allá de lo aconsejable, pero sin mucha precisión. En ese contexto, el rosarino Juan Dinneno fue el que más inquieto a la defensa xeneize.
La última acción del primer tiempo tuvo un desenlace inesperado. Orion se molestó con Dinneno y apoyó su cabeza sobre la del delantero. El árbitro Fernando Rapallini le mostró la roja.
Entonces ingresó Guillermo Sara para ocupar el arco xeneize y debió salir un molesto Martínez.
El jugador de menos no fue una preocupación para Boca. Lo luchó de igual a igual, con la recuperación de Cubas y Calleri insistiendo todo el tiempo arriba. El delantero tuvo su premio sobre el final. La tocó por encima de Crivelli para sellar el 2 a 0.