El suizo Stanislas Wawrinka conquistó ayer el primer Masters 1000 de su carrera al ganarle la final de Montecarlo a Roger Federer, su mejor amigo, por 4/6, 7/6 (5) y 6/2. El número tres del mundo marcó así un nuevo hito en una temporada de ensueño que tiene como cumbre el título que obtuvo en enero en el Abierto de Australia, su único Grand Slam, con triunfo ante el español Rafael Nadal.
Federer, cuarto del ranking, quedó una vez más a las puertas del título en la arcilla del Principado, donde cayó por cuarta vez en una final. En las tres anteriores su verdugo fue el español Rafael Nadal, eliminado este año en cuartos de final.
"Fue una semana increíble para mí. Ganar por primera vez un Masters 1000 es increíble", dijo Wawrinka, que de haber perdido hubiera cedido el tercer lugar del ranking y el número uno suizo en manos de Federer.
"Roger hizo cosas increíbles en su carrera, para mí es el mejor de todos los tiempos. Fue un honor jugar una final contra él y ganarle", dijo Stanislas.
Amigos, además de compatriotas, Federer y Wawrinka entraron en calor juntos antes del partido y se abrazaron tras el encuentro.
"Fue una buena semana para mí. Felicitaciones a Stan por el triunfo. Está teniendo una gran temporada", dijo Federer.
Cuarto favorito del certamen, Federer tuvo un comienzo más potente ante un Wawrinka apagado. El ganador de 17 títulos de Grand Slam quebró en el inicio del primer set y salvó el único break point que se procuró su rival para adelantarse en el partido.
Sin embargo, Wawrinka reaccionó en el segundo parcial con un rápido quiebre. Federer se recuperó y forzó el tie break, donde Wawrinka se terminó imponiendo tras desperdiciar dos pelotas de set.
El número tres del mundo aprovechó el impulso y se llevó con autoridad el último capítulo para conseguir en poco más de dos horas de juego su segunda victoria en 15 enfrentamientos ante Federer.
Tras perder en la finales de Roma 2008 y Madrid 2013, Wawrinka se alzó por primera vez con uno de los nueve certámenes más importantes del circuito, por detrás de los Grand Slam.
La de ayer era la primera final suiza desde 2000, cuando Marc Rosset superó a un entonces adolescente Roger Federer en Marsella.
Hoy, en tanto, se pondrán en marcha los ATP 500 de Barcelona y 250 de Budapest. En el primero competirá Facundo Arguello y en el segundo Carlos Berlocq y Leonardo Mayer.
El correntino será el único que debutará hoy. Lo hará ante el finés Jarkko Nieminen.