Burgos no es el primero ni será el último técnico que cuando toma el mando de un plantel destruido en su confianza va a lo seguro. Esto es, que primero cierre su arco y después si puede ganar mejor. Así, le quedó muy lejos el triunfo en el debut frente a Unión y le quedó mucho más la victoria en Tucumán, donde más cerca estuvo de perder. El saldo de dos encuentros sin derrotas puede leerse como positivo para este inicio de ciclo, aunque el contexto general diga otra cosa. Que Newell’s en definitiva, que es más importante que las personas, siga sin ganar en el año y ya prácticamente se haya despedido de expectativas en esta Copa de la Liga Profesional. Que además plantee un esquema ultraconservador que puede entenderse como para la ocasión pero que nada tiene que ver con su historia. Y que tampoco garantiza nada, como quedó demostrado ayer pese al 2 a 2 ante Atlético. Es más, cuando el equipo se animó algo fue cuando disputó protagonismo, se puso en ventaja primero e igualó en el final. Y hasta casi, casi... Como que su mejor defensa en realidad fue un buen ataque. Poquísimos anoche, por cierto.
Nadie está obligado a declarar contra sí mismo y por lo tanto Burgos tampoco lo hará en relación al plantel que encontró cuando asumió en el Parque. Entonces, lo que hay que analizar son los hechos y en ellos claramente el técnico evaluó que Newell’s está repleto de carencias. Que los nombres no hacen a un equipo competitivo y entonces, más que convencerlos de que podían con lo que traían, les avisó que es hora de dar un paso atrás, de reagruparse en retroceso. Que la confianza la retomarán en la medida que sientan que su esfuerzo no los dejará con las manos vacías. Y hasta el momento, en resultados lo consiguió.
Pero esa lectura es de pan para hoy y Burgos no debe enamorarse de esa prédica, porque tampoco lograr un equipo corto, que trate de no sufrir abajo, significa resignar cualquier opción de ataque. Y el técnico pareció apostar a eso, con Jonathan Cristaldo como ejemplo inequívoco. Difícilmente el ex Racing, que obedeció al pie de la letra, haya jugado en su vida de doble lateral, como lo hizo por largos momentos. Sin embargo, cuando se liberó, mandó el centro que terminó en los pies de Llano y Pablo Pérez casi convierte, y con el partido 1 a 1, en la única vez que estuvo de 9 le dejó el gol servido a Maxi Rodríguez, que como ante Vélez desaprovechó. La acción, vale decirlo, no devino de ninguna jugada ofensiva coordinada, sino de un saque de arco de Aguerre que llegó hasta la medialuna rival.
Probablemente el inconsciente colectivo del equipo se aferre al sacrificio defensivo primero para evitar males mayores, más teniendo en cuenta que con Kudelka la orden era exactamente la opuesta. Quizás el plantel entienda que no son momentos de tomar riesgos, pese a que ayer al menos cuando lo hizo rápidamente pudo crear situaciones. En todo caso, Burgos parece bajar ese mensaje. Lo hizo ante Unión y mucho más anoche. Aunque curiosamente, o no tanto, Lema quedó desprotegido en el empate decano y a Newell’s le llegaron mucho y bien, pero cuando fue al ataque salvó las papas.
Una lectura que también debe hacerse para no caer en exageraciones y, aún en la mala como es este presente rojinegro, se encuentre el equilibrio. Newell’s sobrevive replegado. Por ahora, eso parece ser lo que cuenta.
Año sin alegría y ahora Kudelka
Newell’s ganó por última vez el 28 de diciembre pasado y, como una broma del Día de los Inocentes, después nunca más lo hizo. Por lo tanto, este 2021 lo sigue transitando sin victorias y la racha se estiró a 9 encuentros entre la Copa Diego Maradon y la actual Copa de la Liga Profesional.
Aquella vez, Newell’s venció 3 a 1 a Central Córdoba de Santiago del Estero y lo que vino después fueron nueve encuentros y apenas 3 puntos, producto de sendos empates ante Talleres, con Frank Kudelka, Unión y anoche Atlético Tucumán (4° empate seguido en la historia en el Jardín de la República).
Curiosamente, ahora Newell’s intentará cortar la racha en el Parque el próximo domingo (a las 14) cuando enfrente a Huracán, ahora dirigido por Frank Kudelka. Una connotación extra para una jornada en la que el equipo de Burgos buscará resucitar, justo además en Domingo de Pascuas.