Los memoriosos recordarán el inolvidable sketch de Mario Sapag imitando a César Luis Menotti, cuando justificaba por qué había elegido para la selección argentina al entonces cuestionado Mario Olguín (“Me cuenta chistes”) en vez de Vicente Pernía (“En cambio Pernía es triste). Pero el Tano, aquel inolvidable lateral derecho de un Boca multicampeón en los años 70 y que encima después se diera el lujo de ser ídolo de Ford en el TC (subcampeón en el 96), cosechó muchas alegrías y sus dos hijos también se las dieron: Mariano, el menor, que compartió ambas pasiones, y Leonel, el mayor, que quiere meterse en la historia grande del automovilismo y arrancó el año a todo trapo, ganando hace una semana en el arranque del Turismo Nacional y ayer en Viedma la primera final del Turismo Carretera.
Pernía, que mordió el polvo de la derrota en la final del año pasado en el STC 2000, dejando el campeonato a manos de Néstor Girolami, arrancó como para sacarse el mote de sub y luchar al fin por la corona. Una rotura del impulsor en La Pampa, cuando venía ganando y se metía entre los 3 de Ultimo Minuto con grandes chances de campeón, lo dejó en la banquina en 2015, pero este 2016 quiere que sea “su” año y así lo demostró ayer.
En la serie aprovechó la rotura del impulsor de su compañero José Manuel Urcera para vencer y en la final contuvo muy bien a un impetuoso Norberto Fontana (sorpresivo ganador de su manga ante el recargo al Gurí Martínez por acelerar de más en la largada), hasta que el arrecifeño pisó una mancha de aceite y abandonó tras recibir un topetazo además de Mauro Giallombardo.
Pernía ganó de punta a punta, pero la carrera fue muy emocionante, con mucho ímpetu que derivó en topetazos (el subcampeón Matías Rossi extrañamente arruinó a Agustín Canapino en la serie y le pegó mal a Pedro Gentile en la final), y extrañas fallas mecánicas, en especial roturas de motores, como las de los compañeros de equipo del JP, el parajense Facundo Ardusso (en la serie se tocó con Josito Di Palma y quedó atrasado), quien había vencido el año pasado en Viedma, y Guillermo Ortelli, quien de entrada, cuando iba 6º, recibió un topetazo del de Carreras, Juan Marcos Angelini, de excelente largada y buena remontada.
El Tati fue el único zonal que finalizó (16º), ya que el rafaelino Nicolás González, que esquivó todos los autazos, abandonó sobre el final cuando marchaba 19º, pero fue excluido porque no tener gancho de remolque delantero y trasero. Otro sorpresivo excluido fue Esteban Gini. El campeón del TCP, que había ganado la serie y terminó 3º, lo dejaron sin nada porque el formato del piso de su Torino, a la altura de la cañonera, no era el homologado por la categoría. Fue el golpe de escena que le faltaba a una primera carrera bárbara, con las 4 marcas en los primeros 4 lugares, con el campeón Gurí Martínez como el mejor exponente de la vieja guardia y la sonrisa enorme del más alegre de todos: Pernía.