El golazo de Maxi Lovera en Central que rompió el cero en el Gigante

Central había avisado en varias ocasiones, pero no había podido quebrar la resistencia del arquero Ibáñez, que debió esforzarse en varias ocasiones para mantener el arco en cero.

Primero se lució ante Lovera y unos minutos más tarde ante Britez y en varias anduvo a los revolcones en su área.

Hasta que a los 34', Molina desobordó por derecha y mandó un centro pasado al segundo palo que encontró a Lovera. Maxi la bajó, enganchó para adentro y para afuera y sacó un latigazo al segundo palo que se convirtió en gol y que hizo estéril la estirada del arquero.