"Muy crítico". Ese es el estado del ex piloto alemán Michael Schumacher, quien está en coma inducido y se debate entre la vida y la muerte en un hospital de Grenoble, en el Sur de Francia, a causa de un traumatismo craneoencefálico que sufrió el domingo en un accidente de esquí.
"No podemos hablar sobre las posibilidades de supervivencia", señalaron ayer los médicos en una concurrida rueda de prensa en el hospital galo, donde el mejor piloto de Fórmula 1 de todos los tiempos está siendo atendido.
"Su situación vital está muy comprometida en cuanto a sus síntomas vitales (...) Es un estado muy, muy crítico y serio. Podríamos decir que está luchando por su vida", añadieron.
Schumacher fue trasladado el domingo a la clínica tras sufrir un accidente esquiando fuera de pista en la estación de Meribel, en los Alpes franceses. La cabeza del alemán, que llevaba un casco que le salvó la vida según los médicos, chocó violentamente contra una roca.
"Las últimas pruebas reflejaron un hematoma craneal y un edema cerebral difuso", dijeron los médicos sobre el estado del alemán que fue sometido a una operación el domingo para "aliviar presión en el cerebro".
El hospital, que volverá a dar nuevos informes hoy, señaló que Schumacher sólo fue sometido a una intervención quirúrgica hasta el momento: "No está previsto hacer una segunda intervención porque por el momento no es necesario".
"Estamos trabajando cada minuto, día y noche para mejorar el pronóstico. Tenía lesiones cerebrales. Lesiones difusas, pero no podemos especular sobre otro tipo de lesiones cerebrales", declararon ante la insistencia de la prensa por saber más sobre las lesiones.
"El casco lo protegió en parte. Cualquier persona que hubiera sufrido este accidente sin casco no hubiera sobrevivido. Eso está claro", afirmaron.
Sin embargo, el equipo médico destacó que este tipo de accidente se lleva mejor cuando uno es más joven, no cuando uno tiene 44 años. "Pero estamos hablando de un deportista en excelentes condiciones. ¿Será suficiente? Bueno, no lo sabemos. "Consideramos que, en base a las lesiones graves con las que ingresó, el choque se produjo a gran velocidad. Fue un impacto sobre el lado derecho, que es donde cayó en una primera instancia", destacaron.
Los doctores sometieron a Schumacher a una hipotermia terapéutica controlando su temperatura corporal para mantenerla en los 34-35 grados como se recomienda en estos casos. "Con anestesia general y medicación para poder reducir al máximo todos los estímulos y aumentar el flujo de oxígeno a nivel cerebral", explicaron.
Durante la rueda de prensa, a la que acudieron numerosos medios de todo el mundo, el cuerpo médico del hospital se limitó a hablar sobre la situación actual del ex piloto, sin entrar en detalle sobre las lesiones o sobre cómo evolucionará por respeto a la familia. "El tratamiento al que se está sometiendo necesita un tiempo. No puedo hablar sobre el pronóstico o hacia dónde se va a encaminar. Es un paciente con un traumatismo craneoencefálico grave. Esta es la situación, aunque por definición, sí, puede evolucionar", concluyeron.
La familia del alemán agradeció el gran apoyo que recibió desde que el ex piloto ingresó en el hospital. "Nos gustaría pedir a los medios de comunicación que respeten nuestra privacidad y la de nuestros amigos y agradecemos todo su apoyo", escribió la familia en un comunicado de prensa.
También transmitió su agradecimiento al equipo médico por tratar las graves lesiones craneoencefálicas de Schumacher: "Sabemos que hacen todo lo posible por ayudar a Michael".