Hay equipo. No el que se esperaba o muchos imaginaban. Pero hay equipo. Y viene con alteraciones respecto a ese "ideal" sobre el que se venía trabajando en cada entrenamiento y en cada partido amistoso. Es que un par de bajas obligaron al entrenador Paolo Montero a cambiar sobre la marcha. En caso de que el fútbol arranque, Javier Pinola será el segundo marcador central, nada que sorprenda teniendo en cuenta lo ocurrido en los últimos ensayos futbolístico. Y también será el tiempo de Federico Carrizo, quien con apenas un puñado de prácticas encima se ganó un lugar entre los once. Ellos serán lo encargados de suplir las ausencias de Gustavo Colman y José Luis Fernández, respectivamente, aunque este reordenamiento del equipo traiga aparejado algunos movimientos internos, también lógicos por cierto. Sí esta la duda sobre la evolución de Cristian Villagra, pero todo parece indicar que el Kity llegará en condiciones. En caso contrario su lugar será ocupado por el juvenil Facundo Rizzi. Se insiste, todo esto si la pelota finalmente rueda. En caso contrario sería el equipo que se mediría de manera amistosa mañana contra Defensa y Justicia.
"Me ha pasado de anticipar algo y que después no se dé. Pero Javier está evolucionando de buena manera y viene mejorando día a día. Y Carrizo está muy bien también. Si todo sale bien el equipo es el que ustedes tienen", tiró Montero de arranque en conferencia de prensa, a esa hora con una incertidumbre mucho mayor de la que hubo hasta última hora de ayer sobre el inicio de la competencia.
Lo primero que hay que decir es que la inclusión de Pinola no sorprende. Era una posibilidad que se manejaba, más allá de las pretensiones del técnico canalla de arrancar en la zaga central con Martínez y Leguizamón. El mismo había hecho referencia a que eran los jugadores indicados para el reinicio de la competencia.
"Colman y Fernández no llegan y si todo sale bien recién el lunes podrían empezar a trabajar con el resto del grupo", abundó el entrenador auriazul. Y es a partir de esas ausencias donde se debe buscar el anclaje sobre las variantes de último momento. Es que con el ex Chacarita imposibilitado para jugar, la figura de Martínez apareció como la indicada para acompañar a Musto en el círculo central.
Aquel amistoso contra Vélez, en el que Pinola actuó 30 minutos fue el principio de la historia. Y hoy es sin duda el dato más relevante, en caso de que se concrete, por supuesto. Es que pasaron ocho meses del último partido del ex Nüremberg, quien se lesionó en el recordado partido por Copa Libertadores ante Atlético Nacional de Medellín.
Después de ese amistoso fue el propio Pinola quien habló de que se sentía en condiciones de jugar ya en el primer partido del año, atendiendo, claro, a que iba a ser respetuoso de la decisión de Montero teniendo en cuenta el largo período de inactividad. No obstante, en la siguiente práctica de fútbol también actuó para los titulares y desde ese momento su regreso a la actividad se allanó aún más.
Indudablemente hubo una evolución muy grande por parte de Pinola, amén de los deseos lógicos del propio defensor de querer estar. Quizá la confianza que ganó en aquel amistoso ante Vélez y en los distintos entrenamientos potenciaron sus chances.
En esta última semana sí me sorprendió", dijo Montero en relación a la evolución que mostró Pinola, de quien advirtió que "mejoró muchísimo y lo vemos en situaciones específicas, como por ejemplo en tener que saltar en el retroceso apoyando sobre la pierna en la que tuvo la lesión. Ya no tiene tanta preocupación a la hora de trabar. Aparte tenemos que ser sinceros, ya que la gota de inconciencia que tiene lo ayuda a mejorar y a que se le vayan rápido los miedos".
Después de este análisis y razonamiento del presente de Pinola por parte de Montero ya es un hecho su vuelta, que será nada menos que en el Gigante, lo que la hará sin dudas especial.
En tanto, ya en el primer trabajo táctico de la semana Montero probó con Carrizo por izquierda, quizá la función que mejor le sienta, y ayer lo confirmó, quizá por la "cantidad de variantes" que cree que le puede entregar al equipo, pero sobre todo porque "es un jugador picante, que tiene un buen mano a mano", lo que les permitirá "liberar a nuestros delanteros, que tienen mucha jerarquía en el área".
La única duda que dejó flotando el técnico canalla fue la de Villagra (arrastra un golpe en el talón), aunque el cuerpo técnico es optimista en que llegará al ciento por ciento. Es el único ítem que ayer se puso en un equipo que ya está listo, al menos desde los nombres, para arrancar el año futbolístico, con la vuelta de Pinola y la inclusión de Carrizo como datos sobresalientes.