Se mueve de manera serena mientras el reportero graficó de Ovación lo sentencia a una extensa sesión fotográfica por diversos rincones de su hogar. Diego Lagos no pone barreras en ningún instante. Al contrario. Se percibe que está como más relajado y disfrutando del presente que lo envuelve. Sobre todo después de haber sido una de las figuras excluyentes de Central en el triunfo ante Newell’s. “Honestamente fue el partido más importante y más lindo que me tocó vivir. Central emociona”, afirmó de entrada el volante ofensivo antes de ponerse a hacer jueguitos con una pelota desinflada en el patio de su casa. El ex Lanús e Instituto venía siendo muy resistido por la parcialidad canalla. No obstante, ante la Lepra recibió un abrazo imaginario de todo el Gigante, fruto del esfuerzo y buen juego que viene haciendo. “Sí, sentí esa gratificación que me dieron los hinchas. Y me puso muy contento por mi familia, que es la que realmente se pone mal cuando me insultan, ja”, acotó con una enorme sencillez. “Pese a todo, jamás pensé en abandonar este club”, deslizó.
“La gente me reconoció muchas cosas ayer (por el domingo), pero interiormente estaba tranquilo porque venía haciendo las cosas bien. Soy el mismo de siempre. Pasa que ahora al jugar en otra posición puedo desarrollar mejor mi juego”, remarcó un distendido Lagos en una charla íntima con este medio.
—¿Tuviste ganas de agarrar el bolso en julio e irte a otro club debido a las constantes críticas recibidas?
—Jamás pensé en abandonar este proyecto. Tengo la suerte de estar en un club muy importante. Prefiero estar en un grande y que me puteen, y no en una institución chica y pasar desapercibido. Es más importante esto porque estoy más cerca de la gloria, que estar en otro lugar donde pasaría inadvertido.
—¿Al mimo que te hizo el hincha en el clásico lo tomás como una revancha?
—No, porque cuando las cosas no salían lo tomaba con calma.
—Y ahora que pasó el derby, ¿qué conclusiones sacaste teniendo en cuenta que fue la primera vez que lo jugaste?
—Honestamente, superó mis expectativas. Esperaba una fiesta como la que se que vivió, pero la verdad es que ni bien entré al campo de juego me emocioné hasta las lágrimas al ver semejante contexto. La gente no paraba de alentar. Fue algo imborrable. Inclusive le agradecí a Dios por haberme permitido presenciar algo así. No podía creer lo que estaba pasando. Fue lo más importante de mi carrera. Central emociona.
—¿Fue más importante que el partido que jugaron en Jujuy, que fue cuando ascendieron?
—Sí, porque en ese momento el ascenso era cuestión de tiempo. Es como que era algo que caía de maduro que iba a suceder. Si no era en esa fecha, hubiese sido en la otra. Ves, en ese aspecto fue más emocionante el que jugamos en Misiones. Porque le ganamos a Crucero del Norte un partido muy duro y sobre la hora.
—¿Percibís que la gente ahora ve a otro Diego Lagos?
—Me hizo bien sentir la demostración de afecto que me dieron. Aunque siempre me sentí bien, pese a lo que se decía o decían en la cancha.