El Barcelona jugará la final de la Liga de Campeones de fútbol, pese a perder hoy por 3-2 ante el Bayern Múnich en la vuelta de semifinales en el Allianz Arena.
La victoria de los alemanes no fue suficiente para remontar el 3-0 de la ida en Barcelona, que irá por el quinto título de su historia después de los conquistados en 1992, 2006, 2009 y 2011. El rival saldrá del duelo de mañana entre el Real Madrid y la Juventus.
El marroquí Mehdi Benatia adelantó al Bayern en el minuto siete, pero el brasileño Neymar dio la vuelta el tanteo antes de la media hora de juego. El Bayern demostró orgullo en la segunda mitad y logró la victoria con tantos del polaco Robert Lewandowski en el 59' y del alemán Thomas Müller en el 73'.
El técnico Josep Guardiola logró que su equipo rompiera una racha de cuatro partidos seguidos perdiendo, pero volvió a fracasar por segundo año seguido en la Liga de Campeones, donde en 2014 también cayó ante un equipo español en semifinales, el Real Madrid.
El partido empezó como soñaba el Bayern, con un gol en el minuto siete que despertó el júbilo en un Allianz Arena que había recibido a sus jugadores con un mosaico gigante que decía “Una ciudad, un sueño”.
Solo dentro del área, Benatia remató de cabeza un corner sacado desde la izquierda de Ter Stegen, que no pudo estirarse lo suficiente para que evitar que el balón ingresara en la portería.
El Bayern rompía además con 360 minutos de sequía goleadora, por lo que el “milagro” por el que todos rezaban en Múnich parecía un poco más cerca.
El tanto despertó las esperanzas de una nueva remontada, como la que el Bayern había protagonizado en los cuartos de final ante el Porto, cuando en los primeros 45 minutos ganaba por 5-0.
Pero el equipo que estaba enfrente no era el portugués, y la situación actual distaba mucho de la última visita del Barcelona a Múnich, donde cayó por 4-0 en la ida de las semifinales de 2013. El Bayern se impuso después en la vuelta por 3-0, sepultando las esperanzas de aquel grupo entrenado por Tito Vilanova.
El Barcelona dirigido por Luis Enrique es finalista en la Copa del rey, está a un triunfo del título en la Liga española y hoy selló el pase a la octava final de la Copa de Europa en la historia del club. El sueño del triplete está intacto.
Al contrario que Guardiola, al que le faltan estrellas como Franck Ribery y Arjen Robben, el técnico azulgrana no tiene lesionados y disfruta de la mejor versión del tridente ofensivo formado por Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez, tres de los mejores delanteros del mundo y que difícilmente terminen un partido sin marcar.
El sueño bávaro duró apenas siete minutos, el tiempo que le costó combinar a la línea de ataque. El argentino habilitó con un pase milimétrico al uruguayo, que a su vez asistió al brasileño para que solo empujara el balón a gol.
El Bayern no se rindió. Con un Thiago muy activo, el conjunto local se acercó con peligro al área catalana, pero Ter Stegen estuvo inspirado. Primero desvió un cabezazo de Müller que se metía por la escuadra y luego detuvo un disparo de Lewandowski.
Quien no perdonó fue otra vez Neymar. Messi prolongó con la cabeza un balón lanzado desde su defensa, Benatia erró en la marca sobre Suárez y el uruguayo volvió a asistir para el brasileño, que en esta ocasión controló la pelota y definió con sangre fría.
No había llegado la media hora de juego y el Bayern necesitaba marcar cinco goles más para estar el 6 de junio en la final de Berlín. Para entonces parecía ya claro que el Deportivo de la Coruña seguiría siendo el único equipo que remontó tres goles en contra en Champions League (ante el Milan en 2004).
Ter Stegen realizó otra magnífica atajada en el minuto 39 a Lewandowski, pero no pudo hacer nada en el 59, después de unos minutos de tanteo al comienzo de la segunda mitad.
El polaco recibió justo al borde del área, se dio la vuelta frente a Javier Mascherano, le amagó con el balón hacia la izquierda, pero terminó disparando ajustado al poste con la derecha: 2-2.
El Barcelona se relajó en la segunda mitad. Rebajó su presión y el ritmo de su juego, lo que aprovechó el Bayern para incrementar la presión sobre el área rival. Luis Enrique introdujo a Xavi Hernández con la esperanza de tener más control del balón, pero el partido siguió el mismo guión.
El gol de Müller a falta de casi 20 minutos para el final no sirvió finalmente de nada. El Bayern de Guardiola tendrá que conformarse esta temporada sólo con un título, la Bundesliga. El objetivo de la Champions tendrá que esperar al menos un año más.