La final del Mundial de Qatar no solo será recordada por el nivel del fútbol que desarrolló el seleccionado argentino durante gran parte del partido, sino también por el vértigo y las emociones que generaron los bruscos cambios en el resultado durante el trámite. Y también por los cuestionamientos franceses a los fallos arbitrales, la mayoría sin fundamentos. Por eso, el árbitro polaco Szymon Marciniak, brindó una conferencia de prensa en las que enfrentó todas las preguntas e incluso apeló a su celular para ilustrar con imágenes aquellas situaciones que provocaron controversias.
Los medios franceses fueron muy críticos de Marciniak por el criterio que aplicó en determinadas jugadas, como en el gol de Messi que puso al seleccionado argentino arriba por 3 a 2, ya en el segundo tiempo suplementario. La objeción fue que los suplentes de Scaloni que estaban realizando movimientos al costado de la cancha ingresaron unos metros dentro del campo cuando la acción estaba llegando a su desenlace, algo que en el reglamento está prohibido. “Según el reglamento, el segundo gol de Lionel Messi, en la prórroga, debería haber sido anulado”, remarcó el diario L’Equipe.
Pero Marciniak se respaldó en la tecnología para responder. “¿Cuál fue el impacto de los jugadores que se levantaron y entraron al campo? Para anularlo debería afectar al partido. Los franceses no mencionaron la foto donde podemos ver que hay siete franceses en el campo cuando Mbappé anotó”, contestó, al tiempo que mostraba la imagen aludida en un teléfono celular.
“Están buscando a la pequeña bestia. Hay periódicos serios y aquellos que buscan rumores. Amigos, grandes árbitros de Francia me han escrito. La recepción fue genial. Muchos profesionales y futbolistas nos han enviado felicitaciones y Kylian Mbappé dijo que éramos grandes árbitros. Hemos llegado al techo de cristal, pero aún quedan cosas por hacer”, dijo el polaco.
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Los medios franceses criticaron al árbitro por no anular el tercer gol porque los suplentes argentinos entraron festejando al campo y entorpecieron. El juez refutó por la no incidencia y dijo que en el empate de Mbappé sus suplentes hicieron algo similar.
Otra decisión cuestionada por los franceses fue cuando en el minuto 86, con la igualdad en 2, Marcus Thuram intentó ingresar en el área y se encontró con la pierna de Enzo Fernández, y el delantero galo cayó haciendo suponer que había penal. De hecho, el árbitro hace sonar su silbato y señala el lugar donde cayó el atacante. Sin embargo, Marciniak inmediatamente juzgó que Thuram había fingido la falta, lo amonestó y cobró tiro libre indirecto para Argentina.
En ese momento, según confirma ahora el referí, el VAR le cantó que había sido penal. “El VAR de la final, a cargo de Tomasz Kwiatkowski, dijo que el equipo revisó el incidente que involucró a Thuram e intuitivamente se inclinó por anular mi decisión en el campo, pero después de analizar las repeticiones concluyó que la decisión principal fue correcta y estuvo de acuerdo en continuar el juego”, explicó Marciniak.
Pasado en limpio: el VAR le canta al polaco el penal, pero el árbitro queda firme con la decisión que había tomado a la espera de una revisión. Una vez que las autoridades del VAR se cercioraron, le dieron la derecha a la autoridad en el campo de juego. A esas alturas, esa acción pudo haber cambiado el destino de la final, ya que un penal para Francia en el minuto 86 hubiera seguramente derrumbado las ilusiones argentinas.
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Thuram simula una infracción de Enzo Fernández dentro del área. El VAR indica aparente penal, el árbitro no lo considera, revisan con la tecnología y comprueban que no fue.
Marciniak, de 41 años, también habló de su relación con Messi. “Hasta el Mundial de Rusia 2018 describiría nuestras relaciones como ásperas. Me gusta dejar jugar a los jugadores, no paro el juego cuando no es necesario, y no creo que eso le sentara muy bien, pero ahora creo que compró mi estilo y parece gustarle. Antes del partido se acercó a hablarme, les transmitió mi mensaje a sus compañeros y lo que pedí, y funcionó”.