A Novak Djokovic le presentaron otra batalla. Y de nuevo salió airoso. Esta vez fue de tres horas, ante el japonés Kei Nishikori, y para clasificarse a la final del Masters 1000 de Roma, donde hoy a las 12 (por Espn) se medirá con el británico Andy Murray para dirimir un nuevo título, como la semana pasada en Madrid.
El Nº 1 del mundo no la pasó nada bien ayer. Igualmente se recuperó de un mal inicio y superó al japonés por 2/6, 6/4 y 7/6 (5), recién en el cuarto match point.
Como le había sucedido ante el brasileño Thomas Bellucci en los octavos de final, Djokovic comenzó el juego errático y dominado, lo que significó perder con claridad el primer parcial, 0/6.
Sin embargo, a partir del segundo set comenzó a elevar su nivel de juego, aunque Nishikori nunca aflojó la intensidad. Al serbio le costaba concretar las oportunidades de quiebre que generaba, aunque cuando lo hizo, en la novena ocasión, logró llevarse el segundo set.
En el decisivo tercer parcial, Djokovic se adelantó rápido con un nuevo quiebre, pero Nishikori no se rindió y forzó el tie break, incluso levantando un match point.
En el desempate, una doble falta cometida por el asiático cuando sacaba 3/3 resultó clave para la definición, aunque Djokovic recién pudo resolver el juego en el cuarto punto de partido.
En busca de su trigésimo título de Masters 1000, el serbio chocará con un descansado Murray, que apenas necesitó 59 minutos para vencer al francés Lucas Pouille por 6/2 y 6/1 en la otra semifinal.
La final es una reedición de lo sucedido la semana pasada en Madrid, cuando Djokovic levantó el trofeo después de vencer al británico por 6/2, 3/6 y 6/3.
El título entre las mujeres lo definirán dos norteamericanas. La Nº 1 del mundo, Serena Williams, jugará ante Madison Keys, desde las 9. De ganar, Serena, ausente en varios torneos este año por lesión, festejará por primera vez en la temporada.
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