Su palabra tiene peso propio. Sobre todo porque luce sobre el pecho una gran estrella. La única obtenida a nivel internacional por el canalla. Diego Ordóñez no anduvo con rodeos a la hora de graficar cuál es el objetivo del proyecto que de ahora en más encabezará Cristian González en Central. “Vamos por la gloria, queremos ser campeones”, tiró sin pelos en la lengua y con firme convencimiento el flamante ayudante de campo del Kily en una entrevista distendida con Ovación. “En nuestras mentes está quedar en la historia del club”, retrucó Pastilla, quien a la vez dejó sentado que no pondrán pibes por poner en este nuevo desafío que protagonizarán en el club de sus amores.
La foja de servicios marca que Pastilla ya trabajó en primera en Central. Lo hizo junto al staff que comandaba el eterno ídolo Omar Palma cuando el equipo transitaba el ascenso. “En esa época me dedicaba más a observar a los chicos porque junto al Cuis Daniele conocíamos a todos los que estaban abajo, porque dirigíamos inferiores. Tenía un rol diferente al actual”, puntualizó el ex lateral derecho a modo de prólogo con este medio.
En uno muy bueno porque todos somos de la casa y nos conocemos desde muy chicos. A eso le sumo que pasé por todas las categorías prácticamente. Mi primera experiencia fue en Botafogo y luego el Coco (Pascuttini) me trajo a laburar acá. Arranqué en 7ª división junto al Ale (Fernández) hasta que colaboré en primera con el Negro Palma. De ahí me fui a Juventud Unida de San Luis a coordinar las inferiores gracias a Martín Cardetti, quien era el mánager. Como luego de unos años el Chapulín decidió ser técnico me ofreció ser su ayudante. Acepté y viajamos a Costa Rica para dirigir a Uruguay de Coronado, luego laburamos en Concepción. Volvimos a suelo tico para tomar las riendas de la Asociación Deportiva San Carlos y ascendimos. Después asumimos en Mushuc Runa, de Ecuador. Ahí estuvimos hasta el año pasado, pero no la terminamos pasando bien por algunos problemas internos del país. Y fue en diciembre último que decidí dejar el cuerpo técnico de Martín, porque ya había chances de volver a Central, y por suerte se me dio en marzo, justo antes del parate por la pandemia. Me incorporé a la reserva por el Mono Gordillo y el Kily González, quien ya me venía diciendo que quería sumarme a su staff.
¿Te gusta dirigir o ser más que nada ayudante?
Prefiero ser ayudante de campo. Es una labor que me seduce más que ser entrenador.
¿La relación con el Kily aceleró tu regreso?
Más que acelerarlo, me parece que era el momento indicado. En enero no pudo ser, pero seguimos hablando y en marzo me incorporé al cuerpo técnico de él. Con el Kily nos conocemos muchísimo y destaco su humildad, porque cuando hablamos me dijo que podía aportar muchas cosas al grupo por mi experiencia en primera división. Se dio en ese instante y eso es lo más importante.
¿Ya venían hablando para armar el cuerpo técnico, más allá de que luego Central le ofreció el cargo?
Sí, el Kily se viene preparando para dirigir la primera desde hace un tiempo. Cuando me convocó fue claro, me remarcó si me interesaba sumarme a su cuerpo técnico porque estaba decidido y convencido de que iba a ir a un club de primera. Luego se dio esta chance y estamos todos más que felices porque somos de la casa. Nacimos acá y conocemos el club de verdad.
¿Cómo fue la presentación que hicieron en el Gigante teniendo en cuenta lo que significa el club para ustedes?
Fue un momento impresionante. Cuando entramos por el túnel y luego pisamos la cancha fue fuertísimo. Incluso después de la breve reunión con el plantel nos quedamos los integrantes del cuerpo técnico hablando en el vestuario y remarcábamos eso, lo que sentimos en ese instante. Somos todos de Central, jugamos, salimos campeones y ahora tenemos esta gran chance de comandar al primer equipo. Es algo realmente importante para todos. Cada uno desde su rol, pero todos encolumnados detrás de una meta, trabajar en conjunto con las inferiores. Se viene un lindo desafío. Y estamos preparados para llevarlo adelante.
¿Hablan con Petaco y el Kily sobre dónde están parados tras haber compartido y recorrido las inferiores juntos?
Sí, por supuesto. Lo hablamos además con el Mono (Gordillo), quien es otro de los que somos de la categoría 74. Con el Kily nos conocemos del año 1988 y con Petaco del 89 o 90. Es más, con Cristian (González) quedamos en la misma tanda de casi 200 chicos que Central probó en esa época. Creo que el otro que terminó fichando fue el Gringo Casadei. Mirá si nos conocemos bien con el Kily.
¿Esa fue la famosa 5ª de AFA que abasteció en gran cantidad al plantel profesional?
Claro, subimos varios al plantel de primera. Entre otros estaban Petaco Carbonari, Ariel Celebroni, el Bombero Chávez, el Colo Lussenhoff, Chiquito González, el Mono Gordillo, el Kily González y Gonzalo Belloso.
¿Sienten la presión extra por ser del club?
Más que presión sabemos qué nos espera. La realidad marca que no tenemos margen de error. Tenemos en claro la gran responsabilidad que representa hoy este desafío para nosotros. Sobre todo porque es un proyecto integral.
¿Pero la gente les va a exigir igual que a todos, pese a que no habrá descensos y el club ahora apostará por los chicos?
Sí, también lo sabemos muy bien. La gente nos va a medir por el resultado porque el fútbol hoy en día es resultado. Acá perdés cuatro o cinco partidos y el fusible somos nosotros, es así. Más allá de eso, tenemos plena confianza en que nos irá muy bien. Trabajaremos a full. A la vez tenemos una energía extra porque conocemos cada rincón del club, porque conocemos lo que es Central de verdad y sabemos lo que pretende el hincha. Hay una gran exigencia en este club.
¿Qué esperan o desean que el hincha vea cuando el equipo salga al campo de juego?
Que la gente vea reflejado en el equipo lo que es verdaderamente Central.
¿Y qué es Central?
Central debe ser sinónimo de buen juego. Tiene que mostrar la garra en cada pelota, tener buen trato de balón y que el equipo sea protagonista en todos lados. Eso es Central. A eso le sumo que deberemos aprovechar la pasión que hay en el Gigante. Ese es un plus que no muchos lo tienen. Nosotros, cuando jugábamos, sabíamos que de local era matar o morir de pie. Pero nunca bajar los brazos. Nunca. Vivimos esa enseñanza y es lo que deseamos transmitirles ahora a los muchachos. Central es un grande de verdad. Y en el Gigante debe sacar rédito.
¿Cómo harán para lograrlo porque en el equipo de primera no hay casi nadie del club como era en tu época o cuando arrancó el Patón Bauza?
Será un momento particular. Hace tiempo que no se ve un equipo de Central con mucha gente del club y que sea protagonista. Ahora queremos lograrlo. Apuntamos a eso.
¿En Central ahora hablan de poner al piberío, pero está demostrado que cuando se alteran los procesos de juveniles no termina bien la historia?
Hay procesos que respetar, esa es la realidad. No se tratará de poner por poner. La gente deberá entenderlo. No es por nada pero nosotros tendremos que apuntalar a los chicos por ciertos manejos que tuvieron durante el semestre pasado. No había vínculo entre la reserva y la primera, es así. Un plantel estaba en Arroyo Seco y el otro en la ciudad deportiva. Los juveniles además parecían de goma por el tira y afloje que había. A eso le sumo que nadie pasaba información. La idea ahora es tener a todos juntos en el country e ir trabajando de manera conjunta. Luego se verá quién está para primera y quién para competir en reserva. La idea, entre otras, es que el chico juegue, que tenga competencia y crezca. Así será útil para todos.
¿Con Petaco Carbonari tienen diagramado o pactado cumplir un rol puntual?
La idea es sumar en conjunto. Cada cual sabe lo que debe aportar. Lo más importante es el grupo, siempre fue así. Queremos estar cerca de todos además.
¿Y qué les pide el Kily González?
Es muy abierto y siempre está predispuesto a escuchar sugerencias. Intercambiamos opiniones y luego buscamos un consenso. El Kily en ese aspecto es muy loable e inteligente. Le gusta laburar mucho y siempre trata de incorporar nuevas cosas cuando hacemos algún táctico. A eso le agrego que nos hace partícipes de todo. Siempre apunta a mejorar lo realizado.
¿Se puede afirmar que apuntan a cosas muy importantes?
Cada vez que nos juntamos con los chicos de la categoría 74, que además del Kily están Petaco, el Mono Gordillo y yo, quienes salimos campeones de la Conmebol, decimos que somos perseguidores de sueños. Hoy tenemos la responsabilidad, el deseo y el sueño de que queremos entrar otra vez en la historia de Central, ahora desde este nuevo rol. Vamos por la gloria, es así. El objetivo es lograr un campeonato, una copa o algo. Queremos salir campeones con Central, más allá de lo que nos digan. Nuestras mentes están enfocadas en ganar algo. Queremos quedar en la historia del club.