Dibuje maestro

La temporada ATP terminó como empezó, con un Novak Djokovic intratable, que se consagró campeón del Masters al vencer con autoridad a Roger Federer por 6/3 y 6/4. El serbio cerró un año para el recuerdo. El número uno del mundo demostró una vez más que hoy juega en un “circuito paralelo” y batió al suizo en dos sets. Fue el undécimo trofeo del año para Djokovic, que celebró su quinto título en el Masters, el cuarto consecutivo, una marca que ningún tenista había logrado. El único lunar del Nº1 en el año fue la derrota que sufrió ante el suizo Stanislas Wawrinka en la final de Roland Garros, el torneo de Grand Slam que falta en sus vitrinas.
  Ayer, como era de esperarse, Novak Djokovic y Roger Federer volvían a verse las caras para definir el título. Como en la fase de grupos, cuando el sorteo decidió que el número uno y el número tres del mundo debían compartir la zona, con victoria suiza.
  Esta vez, en el primer set, más allá de algún acierto del suizo, fue Djokovic quien mandó desde el fondo de la cancha, obligando a Federer a impactar incómodo y forzar sus golpes para evitar peloteos más largos. Así, llegaron los quiebres (2/4 para Novak, contra   0/2 de Roger) y el primer set a favor del número uno que fue más preciso, acumulando menos errores no forzados (10 contra 16).

   En el segundo parcial gobernó la paridad pero hubo un juego clave, el octavo, cuando Federer remontó un 0-40 para seguir en carrera. Y hubo más: el serbio se quedó con siete de los ocho siguientes puntos, reteniendo su servicio en cero y teniendo un doble match point con el del suizo, quien, justamente en el segundo, con una doble falta decretó el 6-3 y 6-4 en apenas una hora y 20 minutos de juego.
  Cabe recordar que ambos pasaron sin problemas la fase de semifinales el día sábado, ganando en sets corridos y con holgura ante Rafael Nadal y Stan Wawrinka, respectivamente.
  Esta vez, una victoria del suizo lo hubiera ubicado nuevamente en el segundo lugar del ranking mundial, en detrimento de Andy Murray, enfocado hace tiempo en la final de la Copa Davis. Sin embargo, por primera vez en su carrera, el escocés terminará la temporada como el segundo mejor del año.
  “Esta temporada no podría haber sido mejor. Fue la mejor de mi vida”, evaluó Djokovic, que cerró el año ganando los últimos cinco torneos que disputó: el Abierto de Estados Unidos, Pekín, Shanghai, París-Bercy y ahora el Masters. El serbio terminó además el año con un récord de 82 victorias y 6 derrotas, un balance que incluso supera a su recordado 2011.

   “Estoy muy orgulloso de mis logros. Es un día realmente especial. Esto es lo que uno sueña cuando crece, competir por los mayores trofeos del deporte”, expresó el serbio.
  También fue un buen año para Federer, que a sus 34 años demostró que sigue estando en la elite del tenis.
  “Nunca es lindo estar del lado perdedor, pero es mejor que no haber siquiera podido jugar como ocurrió el año pasado”, comentó el suizo, que en la final del 2014 ante Djokovic no pudo presentarse por una lesión en la espalda.
  El suizo, ganador siete veces del Masters, terminará la temporada como tercero del ranking por detrás del británico Andy Murray, a quien sólo podía arrebatarle el segundo puesto conquistando este título en Londres.

Los números avalan al número uno

Con la obtención del Master, Novak Djokovic cerró una espectacular temporada, obteniendo su 11º título del año además de disputar su decimoquinta final consecutiva. Además, siempre que llegó a las finales del Masters las ganó (2008, 2012, 2013, 2014 y 2015).

Con estos cinco títulos queda a apenas uno del récord de Roger Federer, e igualó a Ivan Lendl y Pete Sampras, y superó los cuatro de Ilie Nastase.

Para Federer quedó el consuelo de disputar su décima final en este torneo, superando a Ivan Lendl (9).

Djokovic, que igualó en 22 el mano a mano ante el suizo, finaliza en lo más alto del ranking por cuarto año y acumula 173 semanas como número uno del mundo. Desde hoy se convertirá en el primer jugador, desde el propio Federer en 2007, en ocupar el primer puesto del ranking los 365 días de un año. Soberbio, dentro de la cancha y en los números.