Después de las exigencias físicas, Newell's pasó un día entre las olas y el viento
El sacrificio tiene que ser intenso y para eso es necesario una puesta a punto al ciento por ciento desde lo físico. “El que no corre lo limpio, eh”, es la frase reiterada del Tolo.
18 de enero 2015 · 01:00hs
En el medio de la jornada de sábado hubo un espacio para la recreación. Newell’s inició temprano la quinta jornada de entrenamiento en esta ciudad en el parque Miguel Lillo y después los jugadores pasaron por el mar para encontrar un momento de relax. También hubo diversión, ya que aprovecharon para sacarse algunas fotos para el recuerdo de esta pretemporada en la costa atlántica. Con algunas olas y algo de viento (siempre hay viento en Necochea), que no opacaron la distracción sabatina.
El día para los rojinegros se inició pasadas las 8 en el parque, donde continuaron con la realización de diversos ejercicios físicos ordenados por el preparador físico, Rubén Olivera. Todos —salvo Víctor López que se integrará al grupo la semana próxima— cumplieron con lo armado y pautado por el cuerpo técnico, que busca la perfección física. Esa que lo llevará a poder cumplir con el estilo de juego que pregona el Tolo Gallego, el de sacrificarse, correr, recuperar y ser solidario.
La entrega no sólo la deben tener los defensores y volantes, sino que los atacantes están obligados a ser los primeros en presionar al rival. El sacrificio tiene que ser intenso y para eso es necesario una puesta a punto al ciento por ciento desde lo físico. “El que no corre lo limpio, eh”, es la frase reiterada que se le escucha decir con asiduidad a Gallego.
Después llegó el momento de la retirada, con escala en la playa en un día soleado y con temperatura agradable. Ideal para ingresar al mar, disfrutar y relajarse por un momento y fotografiarse. Como lo hizo Francisco Fydriszewski con Maxi Rodríguez o la pose que brindaron para Ovación los pibes Leandro Figueroa, Ezequiel Ponce, Mauricio Tevez y Eugenio Isnaldo, entre otros tantos. Precisamente Figueroa “chico” también llevó su flamante Kodak y se esforzó para tomar algunas fotos después de haber realizado un curso acelerado con el fotógrafo de este diario.
Milton Casco, Horacio Orzán, Martín Tonso, entre otros tantos, disfrutaron como pibes del baño en el mar y aprovecharon para relajar los músculos, mientras la mayoría del cuerpo técnico observaba desde lejos pero sin tocar el agua. Sí se animó el médico Fernando Bacci, y uno de los kinesiólogos, Pablo Risso, fue arrojado a las aguas de Necochea por algunos futbolistas.
Hinchas leprosos que estaban en el lugar se encontraron con sus ídolos y aprovecharon para obtener la ansiada foto. Y otros, fanáticos del fútbol y simpatizantes de otro equipo, no perdieron la chance de retratarse con la Fiera, la figura más convocante.
Después de esta incursión en el mar de Necochea a la tarde los futbolistas dispusieron de un reparador descanso y luego estuvieron en el banderazo leproso.