El plantel de Central ya desensilló en Mar del Plata. Cinco minutos antes de las 21, la delegación
comandada por el secretario Ricardo Milicic hizo pie en la ciudad que será el refugio transitorio
durante las dos semanas más intensas de la pretemporada.
Tras un extenso periplo de más de 12 horas y sin la presencia del
técnico Leonardo Madelón, quien viajó por su cuenta en su auto y llegó unos minutos más tarde, los
jugadores fueron bajando uno a uno del micro que estacionó en la puerta del Hotel Brunetti, ubicado
en el barrio La Perla. Se sacaron algunas fotos y firmaron autógrafos. El más requerido fue el Kily
González, quien luego de cumplir con los hinchas se sumó a sus compañeros para internarse
raudamente en las habitaciones y poco después bajar a cenar para bajar las revoluciones.
La mayoría de los futbolistas mostraron rostros algo demacrados por las
horas de viaje, aunque con semblantes bien dispuestos para el saludo gentil a los empleados del
hotel y a un nutrido grupo de hinchas canallas que se acercó para saludar a sus ídolos.
El plantel partió desde el Gigante de Arroyito aproximadamente a las
8.30 bajo una intensa lluvia que motivó la primera parada en cercanías de San Nicolás debido a la
rotura del limpiaparabrisas del micro. Luego, como estaba previsto, almorzó en un restorán de la
Capital Federal y emprendió el tramo final hacia La Feliz.
Central ya está en el lugar previsto donde calentará motores para encarar una temporada
asfixiante. Montó campamento con soldados comprometidos con la causa y con la ilusión de mantener
la categoría.