Juan Martín del Potro consiguió ayer el décimo título de su carrera profesional al quedarse con el ATP 250 de Marsella luego de vencer al local Michael Llodra por un doble 6/4 y completó una semana ideal. No sólo porque jugó en gran nivel y superó a rivales de jerarquía, sino por la certeza instalada: definitivamente Juan Martín está para meterse nuevamente en la discusión de los más grandes del tenis actual. Le sobran méritos para aspirar, por lo menos, a ser nuevamente top cinco, privilegio que conoció allá por 2009 después de ganar el US Open. Ayer, el tandilense de 23 años venció a Llodra, 50º del ranking mundial, en poco menos de una hora y media de partido y le dio a su rival una lección de efectividad en primeros saques (90 por ciento), además de proponerle una batalla desde la potencia que el galo no pudo resistir. Con este triunfo Delpo hilvanó la tercera victoria consecutiva sobre jugadores locales en su camino al título. Se sacó se encima a Gasquet en cuartos, a Tsonga en semis y a Llodra en la definición. En octavos se vio las caras con el ruso Davydenko en el único partido que no se encontró con franceses.