Se hizo rogar, quizás demasiado, pero finalmente llegó. Gimnasia y Esgrima rompió el maleficio de perder en las finales y pudo festejar. En su propia casa, con su gente, el conjunto mens sana se consagró como el nuevo campeón del Torneo del Interior tras derrotar en la final a Marista de Mendoza por 30-20.
Fue un partido de una altísima intensidad, emotivo, sin respiros ni concesiones. Una final a todo o nada, esas donde el mínimo error se paga.
Con un estilo de juego similar, de tirar la pelota afuera y desbordar con velocidad, mens sanas y curas se sacaron chispas.
El local pegó de entrada con el try de Gerónimo Galli, pero la respuesta de Marista no se hizo esperar y enseguida equilibró la balanza con la anotación de Agustín Gómez González.
Los minutos fueron pasando, la visita se fue adueñando de a poco de la pelota y supo cómo ganarle la espalda a los defensores para atacar. Empezó a presionar y puso a Gimnasia contra su ingoal, complicándolo, dándole un estiletazo con un drop de Francisco Frugoli con el que el equipo cuyano pasó momentáneamente al frente.
Para salir del asedio el orgullo mens sana pudo más y Gimnasia comenzó la remontada en un momento clave. Había perdido varias pelotas en el contacto y su rival estaba empezando a agrandarse cuando el capitán mens sana, Andrés Speziali, rompió la defensa tras recibir un pase plano desde un maul y marcó un try bajo los palos antes de la media hora de juego que volvía a poner las cosas en su lugar.
A partir de ahí, con inteligencia y paciencia, el local empezó a manejar los hilos. Teo Castiglioni aportó un penal y antes del final del parcial, Franco Palillo le puso la cereza al postre para estampar un 24-10 que le daba al dueño de casa cierta tranquilidad para lo que restaba por jugar.
En los primeros minutos del complemento todo siguió con la misma temática y el marcador sólo se modificó porque hubo un intercambio de penales.
Luego de ese lapso, Marista, que empezaba a sentir la presión del marcador en contra y del reloj que no detenía su marcha, fue por el descuento, algo que consiguió después de que el árbitro tucumano Santiago Altobelli le concediera un try penal.
De repente la alegría mens sana se transformó en incertidumbre. En ese marco, Gimnasia se descontroló y en pocos minutos vio dos tarjetas amarillas (Ferreyra y Palillo) algo que hizo que el final fuera más emotivo y tuviera un tinte épico.
Con dos hombres menos el mens sana resistió estoicamente para recobrar el protagonismo cuando tuvo el equipo completo. Así Castiglioni le bajó el telón a la tarde con un penal que redondeó el 30-20 con el que Gimnasia se coronó por primera vez en su historia en el Torneo del Interior. Esta vez no hubo fantasmas y desde el Parque salió el nuevo campeón.