Con el ranking le alcanzó. Y con un juego sólido todo se hizo más fácil aún. David Nalbandian (9º),
el encargado de abrir la serie ante Gran Bretaña, mostró una vez más parte de su talento para
despachar a Jamie Baker (235º) en sets corridos (6/1, 6/3 y 6/3). Necesitó sólo una hora y 43
minutos para arrimar el primer poroto.
Tan amplia fue la brecha que en los primeros cinco games, Baker sólo anotó cinco puntos,
cuatro de ellos por errores no forzados de David. Igual, el europeo, en su máximo esfuerzo, logró
sumar su primer punto (con su saque) dejando al unquillense en cero.
Pero nada más que eso. Cuando se llevaban jugados 26 minutos, David cerró el primero con un
aplastante 6/1.
Por supuesto que la victoria jamás corrió peligro. Es que Baker logró su primer quiebre
recién en el segundo set para ponerse 3/5 y darle un marco más serio a la gris mañana.
Era obvio que con el correr del partido Baker le fuera agarrando la mano al trámite, pero la
solidez de David jamás se ausentó: juego preciso, solvencia desde el fondo, inapelable cada vez que
se fue a la red. El cordobés se puso 2/0 arriba, aunque el quiebre de su rival emparejó las cosas.
Pero con el 4/3 arriba, Nalbandian puso el pie en el acelerador. Quebró en el octavo game se puso a
tiro del triunfo y cuando tomó las pelotas para sacar ya se olía a cosa juzgada.
Baker tuvo una chance para quebrar, pero con su oficio, David cerró el trámite. Fue ni más ni
menos que eso: un trámite.