Si algo aprendió Tomás Costa en los últimos tiempos es que el fútbol suele dar
esos vuelcos emotivos. Por eso el viernes ante Tigre entró al Gigante con la duda metida en su
cuerpo y se retiró movilizado por la sensiblería del reconocimiento. Se le vinieron todas las
imágenes encima y quedó apretado por las lágrimas. Hasta hace unas fechas no sabía si tendría la
oportunidad de despedirse de Central adentro de la cancha. No sólo lo consiguió, sino que lo hizo
con una actuación que sirvió para redimirse de su gente antes de emprender su aventura en Porto de
Portugal.
Costa convirtió el tercer gol de Central en el triunfo
contra Tigre y le puso un moño a la saga del sueño del pibe.
"Lo grité así para sacarme la bronca que tenía acumulada.
Quería abrazarme con todos. Pasé por muchos momentos difíciles. Sé que no tuve un buen nivel y la
gente me insultó en varios partidos. Me besé muchas veces el escudo de Central porque lo sentí así.
No lo hice para quedar bien", aclaró en el diálogo con Ovación desde su casa materna en
Oliveros.
—¿Tuviste la despedida soñada?
—Ni en los sueños me hubiera salido tan bien. Más no
puedo pedir. Convertí un gol que sirvió para ganar el partido y el equipo está prácticamente
salvado de la promoción. La gente me brindó un reconocimiento que no esperaba. Lo digo porque fue
un año raro para mí. Primero surgió la posibilidad de ir a Boca y en ese momento dije que me
gustaría jugar en un club tan importante. El hincha de Central interpretó que me quería ir. Me jugó
una mala pasada la inexperiencia. Lo mismo cuando salí a defender a Damián Ledesma, que se fue en
condición de libre a Independiente. No la pasé bien.
—¿Pensaste que el viernes el hincha no te iba a
aplaudir?
—No esperaba una despedida tan emotiva. Sabía que no
lo merecía porque no jugué en buen nivel. Para un chico que nació en el club y se crió en la
pensión, es muy fuerte que tu gente te aplauda. Central es incomparable.
—Al final, la gente también valoró tu actitud de no
especular con la posibilidad de quedarte con el pase y que a Central no le entrara dinero con tu
venta.
—Nunca se me cruzó por la cabeza irme de esa manera.
Confiaba en que iba a tener un buen torneo y en que me iba dejándole un dinero importante a
Central. Seguí los buenos consejos de mi familia y de mi representante Juan Carlos Silvetti.
—¿Te vas como querías?
—En lo personal no, porque me hubiera gustado mostrar un mejor nivel. Pero
me voy con la conciencia tranquila porque ayudé a que el equipo lograra el objetivo de salvarse de
todo.