Buenos Aires.- Las superlativas actuaciones de David Nalbandian y Juan Martín del
Potro colocaron hoy a la Argentina en una inmejorable posición para avanzar por tercera vez a una
final de Copa Davis, al finalizar en el Parque Roca la primera jornada en ventaja por 2-0 sobre
Rusia.
Nalbandian sacó a relucir una vez más su estirpe “copera” y superó
claramente por 7-6 (7-5), 6-2 y 6-4 al ruso Igor Andreev, mientras que Del Potro tuvo un debut
soñado en Buenos Aires al apabullar a Nikolay Davydenko por 6-1, 6-4 y 6-2, en los partidos que se
jugaron en el estadio del Parque Roca, en Villa Soldati.
Mañana, a partir de las 12, Argentina buscará sellar la serie con el punto de
dobles, en el que el capitán Alberto Mancini anunció a Agustín Calleri y Guillermo Cañas (éste
podría dejarle su lugar a Nalbandian), quienes se enfrentarán con Dmitry Tursunov e Igor
Kunitsyn.
Nalbandian, séptimo en el ranking mundial de la ATP, empleó dos horas y 26
minutos para consumar su victoria sobre Andreev (19º), en un partido netamente favorable al
argentino, quien supo imponer toda su jerarquía tras ganar ajustadamente el primer set.
El cordobés nacido en Unquillo lució de manera impecable, con un tenis agresivo
al que le adosó su clásica mentalidad ganadora, esa que le permite mantenerse en el selecto grupo
de los 10 mejores del planeta, y en esta ocasión para el deleite del público que colmó las 14 mil
ubicaciones del Parque Roca.
El primer set fue muy parejo, con Andreev sólido desde el fondo de la cancha, y
Nalbandian preocupado por evitar que su rival golpee cómodo de derecha, a lo que se le sumaba la
clásica ansiedad del primer punto.
La definición se estiró hasta el tie break y ahí hubo un momento clave: el ruso
sacó una ventaja de 4-1 y cuando se imponía 4-2 tuvo la chance de ponerse 5-2 con dos saques a su
favor, pero el árbitro hizo jugar nuevamente el punto y lo ganó el argentino.
De ahí en adelante Nalbandian estuvo impecable, concentrado, fino, el ruso erró
tres pelotas consecutivas y le permitió al argentino llevarse el tie break por 7-5 al cabo de una
hora y dos minutos.
En el segundo parcial, el cordobés se adelantó un par de metros en la cancha,
ajustó su primer servicio y prácticamente arrasó al ruso en apenas 41 minutos, para ganar por 6-2
con dos quiebres del servicio, los primeros del partido, en el cuarto y octavo game,
respectivamente.
A esta altura Andreev cometía numerosos errores no forzados, impropios para un
jugador de su calidad, que suele agrandarse ante el público adverso, prueba de ello fue cuando
venció a los chilenos Fernando González y Nicolás Massú en su propia tierra, en la serie de la
Davis jugada en febrero de 2007.
Nalbandian, muy inteligente, cargó el juego sobre el revés de Andreev y martilló
una y otra vez hasta desgastarlo y obligarlo a errar.
El argentino bajó un poco el nivel en el tercer set, cuando dejó golpear más
cómodo al ruso, pero siempre tuvo el partido bajo control y quedó 5-4 arriba sin ceder jamás su
saque.
Con el triunfo inminente, el público aportó lo suyo -cuatro redoblantes le
aportaron mucho ruido al habitual griterío-, al alentar a Nalbandian de una forma que puso aún más
impreciso al ruso, justo cuando se disponía a servir.
El argentino quebró el saque de Andreev y se llevó el set por 6-4 y el partido,
dejando claro que sabe muy bien lo que tiene que hacer en la Davis ante rivales incómodos como
Andreev, a quien hoy convirtió en un mero “partenaire”.
Después llegó el momento del debut como local de éste increíble jugador que se
llama Del Potro, hoy 13 del mundo, quien borró de la cancha a un inexpresivo Davydenko, nada menos
que sexto del ranking mundial, a fuerza de 'palos y palos' de un lado y otro de la cancha.
El tandilense, de apenas 19 años, fue un vendaval tanto de drive como de revés,
para llevarse con mucha comodidad el primer set por 6-1 y tomar una clara ventaja en el segundo
parcial de 5-3.
Sólo en ese momento surgieron algunas pequeñas dudas cuando dejó pasar un par de
set points pero tras cerrar el segundo parcial por 6-4, el argentino volvió a tomar el control del
cotejo.
De las tribunas bajaba el “Delpo, delpo”, en una clara muestra de
cariño para un jugador aguerrido, explosivo, que se daba fuerza apretando sus puños en cada punto y
hasta arengaba al público para que lo aliente fervorosamente.
Y la gente le respondía al nuevo “niño mimado” del tenis argentino,
la última gran aparición de
La Legión, quien mantuvo un nivel superlativo en el tercer set para cerrar un triunfo
apabullante ante un tenista ruso que se vio superado en todo momento.
De esta manera, Argentina sella de manera impecable la primera jornada, con dos
triunfos, seis sets ganados, ninguno perdido y una clara muestra de superioridad que parece casi
imposible de revertir para el equipo europeo. (Télam).-