Ni sobre césped natural, ni en sintético, ni sobre hielo o patines. Subacuático: sí, hockey bajo el agua. De eso se trata esta nota. De tres jugadores, del aún poco conocido deporte que practican en el club Talleres de Villa Gobernador Gálvez, que están seleccionados para representar al país en el Mundial de Quebec (Canadá) desde el 13 de julio próximo, bajo las órdenes del entrenador colombiano Sebastián Lugo Márquez.
Alejandro Aguirre, de 39 años (categoría master) y Pablo López y Alan Ortiz, de 27 y 20 años respectivamente (ambos de elite o primera división), le contaron a Ovación cómo enseñan, entrenan y juegan hockey "como peces en el agua", según el dicho popular.
Es que si se ven las filmaciones subacuáticas de los partidos, la sensación es la de un cardumen que nada frenético de acá para allá tras un tejo (de un kilo y medio de peso) que hace las veces de bocha o pelota y que arrastran al ras del piso con un palo pequeño (o stick).
Los jugadores (son seis en cada equipo, con cuatro relevos, y se juega sin arquero) ingresan a la pileta de 2 metros de profundidad (como mínimo) vestidos con lunetas con protector bucal, snorkel, guantes anticorte, aletas y gorro con protección para las orejas (todo el equipo suma un mínimo de 6 mil pesos). Son implementos cotizados en dólares y que a nivel internacional están compuestos de materiales como fibra de vidrio o carbono.
"Acá usamos lo que podemos, al principio jugábamos con palos de madera y gorros de waterpolo, cosas que ya no se usan en Europa; y a los guantes los siliconamos nosotros. Pero bueno, le buscamos la vuelta, igual que a las piletas: los fondos deberían ser planos, nos adaptamos", dijo López.
La misma adaptación se pone en juego con los árbitros. A nivel internacional hay tres jueces bajo el agua y uno afuera, a nivel nacional participan tres en total.
En los partidos se juegan dos tiempos de quince minutos cada uno y además de nadar rápido y con potencia, los jugadores deben rebuscárselas para mantenerse en el fondo a base de técnicas de descomprensión y también deben contener la respiración lo más posible, y subir a la superficie a recuperarse continuamente. ¿Cuánto tiempo aguantan? No hay marca, pero sepan los profanos que 1 minuto es muchísimo. Y además, no esperen que el gol se festeje en profundidad: acá para gritar y agitar los brazos hay que salir a la superficie. Tampoco hay camisetas en este juego, por eso los colores de cada equipo están en los gorros y en los palos (oscuros versus claros).
El equipo subacuático de Talleres tiene seis años y a tono con las nominaciones que apelan al reino animal se llama Cachorros. "Refiere a los ejemplares más pequeños del surubí", explica Aguirre, el mentor del nombre. "Acá practican el deporte desde chiquitos de 5 años a jugadores como yo que hace tiempo pasaron los 30. El requisito para empezar a jugar es saber flotar: lo demás se aprende", aseguró.
En Santa Fe se practica también este deporte en el club Regatas de la capital provincial y en Rosario Central. En el resto del país hay equipos en Buenos Aires, Mendoza y, recientemente en Neuquén.
Alan es el más joven de los tres pero el que tiene más experiencia internacional. Es el único que ya tiene un Mundial a cuestas. Participó de uno juvenil el año pasado en Hobart (Australia). Pero esta vez están seleccionados los tres Cachorros (ya recibieron la nota oficial de la Asociación de Hockey Subacuático de Argentina, AHSA).
Cuentan con apoyo el club, del municipio villagalvense y con el sponsor de una empresa que fabrica heladeras en Rosario, pero como todos los deportistas amateurs (los tres son guardavidas aunque dos de ellos trabajan como empleados en otro rubro) invitan a quienes quieran ayudarlos a viajar y agradecen: dentro y fuera del agua.
Cachorros
Cuenta con categorías Sub 23, Sub 19, Sub 15, Sub 12 y Escuelita (menores de 8): unos 50 alumnos. Practican martes y jueves de 20 a 22 y sábados de 9 a 11. Para contactos: Instagram o Facebook (Cachorros-Hockey Subacuático).