La selección de fútbol de Chile derrotó 1a 0 a Uruguay, que terminó con nueve hombres, en un partido que se decidió cerca del pitazo final, y avanzó así a las semifinales de la Copa América por primera vez desde 1999.
La Roja logró la victoria gracias a la anotación del lateral derecho Mauricio Isla a los 81 minutos, la primera ante Uruguay en Copa América desde 1983.
“Tuvimos la garra. En lo grupal estoy muy contento por el equipo. Estamos tranquilos, con el mismo sueño”, dijo tras el partido el delantero chileno Alexis Sánchez.
El árbitro brasileño Sandro Ricci expulsó por doble amarilla al delantero Edinson Cavani a los 63 minutos y a los 88 al defensor Jorge Fucile. Además sacó del campo al técnico uruguayo Oscar Tabárez tras los reclamos.
“Sabíamos que Uruguay estaba acostumbrado a estar en estas instancias, que no iba a ser nada fácil. Ellos te complican con poco. Tuvimos paciencia para marcar y controlar el juego”, destacó por su parte el arquero chileno Claudio Bravo.
La primera parte presentó el libreto que todos preveían: el local tratando de presionar a su rival y Uruguay esperando con dos líneas de cuatro jugadores muy marcadas, lo que hizo que en muchos pasajes se viera un encuentro trabado y con varias faltas.
Pese a ello, la primera jugada de peligro la tuvo la Celeste a los 2 minutos. Una desinteligencia tras un saque lateral entre Bravo y su defensa casi le costó la apertura del marcador.
De ahí en más, Chile controló el balón y a los siete minutos tras una gran jugada colectiva, Alexis Sánchez desvió un remate desde la entrada del área.
Los dirigidos por Jorge Sampaoli siguieron insistiendo, con un control de balón abrumador, y tuvieron en sus pies varias ocasiones para abrir el marcador, pero les faltó claridad para crear peligro real en los metros finales de la cancha.
La Roja llegó nuevamente con jugadas asociadas, pero falló en la puntada final o se encontró con la buena resistencia del arquero Fernando Muslera, quien a los 36 minutos desvió un potente remate de Arturo Vidal.
El complemento se inició de la misma forma que los primeros 45 minutos. Los de Sampaoli siguieron presionando a su rival, pero Uruguay demostrando todo su oficio para aguantar los embates chilenos.
La expulsión de Cavani por una doble amarilla luego de agredir a Gonzalo Jara reforzó el libreto de los dirigidos por Tabárez: aguantar al rival y tratar de hacer daño con contragolpes.
Poco después, un remate de Carlos Sánchez dejó parado a Bravo y paralizó a los 45.000 hinchas que llenaron el Estadio Nacional.
Sampaoli hizo modificaciones para tratar de que su equipo encontrara la claridad perdida. Los ingresos de Mauricio Pinilla y Matías Fernández buscaban nuevas variantes en ataque, pero la contundencia estaba extraviada.
Hasta que en una de las tantas arremetidas de Chile, Isla aprovechó un rechazo corto de Muslera para rematar a la entrada del área y darle el triunfo a los locales.