Hace unos años miles de chicos y juveniles oriundos de una vasta región pugnaban por tener una prueba futbolística en Newell’s y Central. Sería redundante recorrer la cantidad de jugadores provenientes de ciudades santafesinas como así de provincias vecinas que nutrieron la historia de ambas entidades. Pero lamentablemente esa tendencia se fue revirtiendo por el descuido de las gestiones propias, falencia que fue capitalizada por los clubes porteños más poderosos y otros de Buenos Aires con reconocida labor en sus canteras. Y en este contexto se inscribe la crisis futbolística rosarina. Donde ambas instituciones por urgencia económica transfieren lo de origen a precios módicos provocando así la emergencia deportiva que los hace luego incorporar a elevados costos.
Sí, Central y Newell’s hace tiempo que conviven con esta ecuación crónica de vender barato y comprar caro. Con un agravante. Que lo producido de calidad es cada vez menos mientras que lo adquirido con escasas cualidades es cada vez más.
La Capital publicó el jueves el dato de que en los últimos seis años ambos clubes rosarinos incorporaron 40 defensores en total. El guarismo emergente del trabajo estadístico elaborado por Carlos Durhand permite poner en evidencia no sólo una mala política deportiva sino también la necesaria revisión del trabajo que desarrollan en sus divisiones inferiores. Y no se trata de hacer una evaluación nominal de cada defensor que emigró prácticamente sin jugar en primera o de aquellos que incorporaron, sino de replantear lo que están haciendo los directivos en este sentido. Porque a la vista están los magros y escasos resultados.
Este presente impone a su vez bucear sobre la idoneidad de quien diseña el programa deportivo integral y de quienes las ejecutan, como así revisar el método utilizado, la captación, la formación y la articulación con la primera división.
Cuando se supo que Central y Newell’s incorporaron 40 defensores en seis años se dispararon hipótesis de diferentes características. Mientras varios rápidamente sostuvieron que es inconcebible que no se promuevan laterales o zagueros, otros replicaron que los surgidos no fueron valorados por el entrenador de la primera y por eso debieron alcanzar continuidad en otros equipos. En paralelo irrumpía el debate entre los que consideraban que ya no es fácil formar defensores con aquellos que sostienen que en las inferiores rosarinas ya nada es fácil por la mala praxis.
En el último clásico, disputado el 15 de septiembre pasado, ambas formaciones tuvieron en defensa a jugadores de otros lares: Nahuel Molina, Matías Caruzzo, Miguel Barbieri, Emanuel Brítez, Angelo Gabrielli, Cristian Lema, Santiago Gentiletti y Mariano Bíttolo. Todo dicho.
El dato estadístico elaborado sobre la cantidad de defensores incorporados en los últimos seis años no es caprichoso, porque se establece en función del período formativo en inferiores del cual deberían surgir alternativas válidas para el plantel profesional.
Esa cifra contrasta con absoluta contundencia con los nueve defensores que ambos clubes contrataron entre 1975 y 1984. Entre los nueve están los hermanos Mario y Daniel Killer, que durante ese lapso llegaron a Newell’s, y quienes a su vez surgieron de la cantera rosarina porque profesionalmente habían debutado en Central.
Pero el número de 40 defensores incorporados por Central y Newell’s en los últimos seis años es sólo un ejemplo de los tantos que se pueden utilizar para derivar en el análisis profundo e indispensable que deben hacer los directivos, porque más allá de las diferentes posturas no hay dudas de que existe un déficit en cuanto al trabajo deportivo de base en sus clubes.
Resulta inadmisible que las canteras legendarias de Newell’s y Central, que hicieron historia y constituyeron una marca registrada por la calidad y cantidad de lo producido, hoy no puedan cubrir las necesidades elementales del fútbol profesional.
Defensores incorporados
Newell’s: Franco Lazzaroni, Claudio Corvalán, Nehuén Paz, Sebastián Rodrigo Martínez, Luis Advíncula,Emanuel Insúa, Germán Voboril, Juan Sills,Nestor Moiraghi, José San Román, Bruno Bianchi, Fernando Evangelista, Fabricio Fontanini, Mariano Bíttolo, Iván Piris,Teodoro Paredes, Angelo Gabrielli, Santiago Gentiletti, Cristian Lema, Leandro Grimi, Leandro Vega y Matías Orihuela. Los últimos tres no debutaron.
Central: Lucas Acevedo, Javier Pinola, Jonathan Ferrari, Pablo Alvarez, Esteban Burgos, Marco Torsiglieri, Hernán Menosse, Dylan Gissi, José Leguizamón, Marcelo Ortiz, Alfonso Parot, Fernando Tobio, Oscar Cabezas, Gonzalo Bettini, Matías Caruzzo, Miguel Barbieri, Diego Novaretti y Nahuel Molina.
Datos: Carlos Durhand