En la nueva etapa del torneo que afrontarán Central y Newell’s hay un solo objetivo: ser el mejor del grupo para jugar la final de la zona complementación y después sí ir por el pasaje a la Copa Sudamericana 2022. Es el objetivo de máxima teniendo en cuenta las obligaciones que imponen clubes como los rosarinos, independientemente si en el medio hay un equipo en formación, como el canalla, o uno que venía con cierta consolidación, como el leproso. Sí es un hecho que a los dos les costó. Demasiado. Es difícil establecer qué tan bien posicionados están respecto de los rivales que les tocaron, por la sencilla razón de que cada uno enfrentó equipos de distintos calibres, pero teniendo en cuenta la paridad que hay hoy en el fútbol argentino, los equipos del Kily y de Frank Kudelka debieran dar un salto de calidad para afrontar lo que viene con algo más de expectativas. En la comparación de los puntos que sumaron sus próximos rivales, el canalla (7 puntos) quedó cuarto, aunque por diferencia de gol, detrás de Aldosivi y en la misma línea que Unión y Lanús. ¿Newell’s? También con 7 unidades, pero un poco mejor: segundo, sólo superado por Vélez.
Por supuesto que hay consideraciones que deben hacerse de manera obligada, que no pueden quedar al margen del análisis. Por ejemplo, que al canalla le tocó compartir grupo con River, posiblemente el mejor equipo del fútbol argentino. Y eso, de arranque, ya implicaba una contingencia extrema. Es decir ya se sabía que en el medio tenía dos encuentros “perdibles”, como fue lo que sucedió. Lo mismo que le ocurrió al Newell’s de Kudelka, que tuvo que enfrentar nada menos que al último campeón, Boca.
Después, a Central le apareció un llamativo Banfield, con un equipo renovado, que le peleó el primer puesto justamente a River hasta la última fecha. Eso no quita que Central no haya intentado algo más, pero sin dudas no le salió. Similar situación es la que le tocó atravesar a la lepra, con un Talleres que ya de arranque le mostró resistencia. Es más, la T fue y ganó en la Bombonera.
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Newell's ganó en la última fecha, frente a Lanús.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
En los seis partidos disputados en la fase de grupo de la Copa Diego Maradona, Central llegó a las 7 unidades (2 triunfos, 1 empate y 3 derrotas) y si bien es cierto que aun habiendo ganado la última fecha igual quedaba afuera con nuevo puntos (es el razonamiento que hizo el Kily en la previa de Banfield), la cosecha fue exigua.
Así como al canalla le tocó enfrentar equipos complicados, al resto, en sus respectivos grupos, le pasó algo similar. Si se armara una tabla de posiciones en relación a lo que fue la performance de cada uno de ellos, Central estaría cuarto por diferencia de goles. Sorprendentemente, Aldosivi (compartió la zona 5, junto a San Lorenzo, Argentinos Juniors y Estudiantes) fue el que más sumó, por poco, pero el más efectivo al fin. El tiburón obtuvo 8 puntos y eso le valió para ser, en una tabla imaginaria, el mejor ranqueado.
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La tabla comparativa en la zona de Central.
Los mismos 7 puntos que logró Central los obtuvieron Unión (zona 1, con Atlético Tucumán Arsenal y Racing) y Lanús (zona 4, junto a Boca, Talleres y Newell’s), con la salvedad de que el tatengue tiene una diferencia de -2. La del canalla es de -3, al igual que Lanús, pero el granate con un gol más a favor. Los más pobres en cuanto a cosecha de puntos fueron, con apenas 2 unidades, Patronato (zona 6, con Huracán, Gimnasia y Vélez) y Defensa y Justicia (zona 2, junto a Colón, Independiente y Central Córdoba de Santiago del Estero).
El hecho de figurar segundo a Newell’s no debe significarle relajación, todo lo contrario. Porque desde lo futbolístico también dejó mucho que desear. El equipo de Kudelka fue superado únicamente por Vélez (9). Llamativamente, rivales que nadie elegiría, como Estudiantes o Racing, fueron de lo peor en la primera etapa de la copa, el pincha con apenas 2 puntos y la Academia de Avellaneda con 3. En esa zona B estará el peor equipo, hasta aquí, del campeonato: Godoy Cruz (1).
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La tabla comparativa en la zona de Newell's.
Esos son los números que quedaron de una primera fase de grupos en la que, se insiste, cada uno tuvo sus respectivos condicionantes, con rivales de otra magnitud y una performance propia determinada. Lo que arranca ahora es una historia nueva, en la que quizá no exista manera de entrar en una comparación. Pero para algunos conceptos puntuales sí puede servir. Por ejemplo: Patronato, que demostró ser uno de los más flojos, es el rival en el arranque (en el Gigante de Arroyito) y contra el que, teniendo en cuenta ese flaco primer tramo del torneo, el equipo del Kily no debiera fallar. Lo mismo para Newell’s, que recibirá a un Estudiantes que no convirtió ni un gol en los seis partidos que disputó.
Uno a medio camino (Central), otro algo mejor posicionado (Newell’s), pero los dos con la clara convicción de que, más allá de lo que indiquen estos “números imaginarios”, deben mejorar si es que pretenden dar pelea.