Llegó el día. Ojalá sea el mejor día. El que gane el fútbol y la pasión bien entendida. Que Central y Newell's escriban la historia dentro de la cancha, con el rendimiento de los jugadores, los goles, las atajadas, la estrategia de los entrenadores y esa cuota única de adrenalina que hacen que este partido sea único e irrepetible, más allá de que se trate de un amistoso de pretemporada. El derby rosarino volverá a paralizar los corazones de toda la ciudad, porque además de los que colmen las tribunas (hoy serán canallas y el domingo próximo leprosos en la revancha en el Coloso), no habrá casas, departamentos, bares, restaurantes o cualquier espacio público a lo largo y ancho de la ciudad, donde no estén pendientes del encuentro a través de la televisión o la radio. Porque el clásico es el partido de todos y también de todos la responsabilidad de que la acción esté en el rectángulo de juego y no afuera, algo que lamentablemente empañó la previa con atentados cobardes. Como dijo Diego Armando Maradona respecto a la pelota y haciendo un juego de palabras, "que el clásico no se manche". Porque si nada ensucia la fiesta, más allá del resultado, habrán ganado rojinegros y auriazules.
Si hubo actores que estuvieron a la real altura de la circunstancia en la previa del derby fueron los jugadores y cuerpos técnicos de ambos equipos, porque en todo momento hablaron de fútbol, de que haya paz y de lo lindo que es jugarlo para volver a insertar a este cotejo en la agenda de la ciudad, más allá de que por supuesto que en el futuro cercano la aspiración y el esfuerzo de todos debe ser que se haga con las dos hinchadas en cancha.
Hoy la cita es el Gigante y dentro de una semana será en el Coloso. Tan en serio tomaron los entrenadores al derby que no anduvieron con excusas de ocasión y hoy pondrán en la cancha lo que consideran lo mejor que tienen, con la salvedad de jugadores que arrastran molestias. Ambos equipos se sienten más cómodos jugando a partir de la pelota, elaborando el juego desde la zona media, para luego acelerar en los metros finales.
La idea original de Newell's es elaborar la jugada desde la salida prolija del fondo, moviendo el balón en el medio y luego sí buscando verticalidad vía Nacho Scocco, goleador del último torneo y principal carta ofensiva leprosa.
Será vital la experiencia que pueda aportar Maxi Rodríguez, por lejos el futbolista del derby de mayor recorrido internacional con mundiales incluidos, aunque el Tata recién confirmará a los once minutos antes de que ruede la pelota.
Los rojinegros, fieles a lo que siempre proponen en todas las canchas, intentarán llevar las riendas del trámite desde el primer minuto.
Por el lado de Central la estrategia será intentar mantener la solidez defensiva que fue una marca registrada en el último tramo de la B Nacional, con un Caranta y una línea de cuatro cada vez más consolidada. Igual deberán estar muy atentos a las arremetidas de Scocco.
Para quitarle la pelota al rival será decisivo el aporte de Nery Domínguez y Jesús Méndez, el tándem de quite y desdoble ofensivo que puede torcer la historia del derby. Y si Encina y Lagos logran perforar por las bandas Central puede lastimar.
Esta noche la atención de la ciudad estará focalizada en Arroyito. En un encuentro preparatorio de pretemporada que excede ese rótulo por el peso específico de las camisetas que se enfrentan.
Ojalá que la fiesta tenga muchos condimentos futbolísticos y ninguno de los otros. Ese es el pensamiento de la mayoría, de los que quieren bien al fútbol y de los que ven al rival como un mero adversario deportivo y no como un enemigo. Que gane el fútbol rosarino.