El desafío mayor de Central pasa por no quedarse con las manos vacías. La sensación en el termómetro indica que la probabilidad de clasificar a la Sudamericana es baja hoy en día. Pero tampoco es una quimera. Es verdad que para sacar pasaje internacional deberá darse una serie de combinaciones. Aunque nada es imposible. La fórmula para calmar un poco tanta desazón vivida en apenas unos días, por no decir horas, es que el canalla derrote esta tarde en estos pagos al local San Martín y que antes, por supuesto, Gimnasia deje de rodillas a Defensa y Justicia. Porque sólo así podrá coparse. De lo contrario tendrá que conformarse con lo bueno que hizo y pudo bajo el mandato de Montero. Porque en el primer tramo del torneo hizo un espanto bajo la batuta del Chacho Coudet.
La teoría marca que San Martín no tiene más posibilidades de ganar que el canalla. Al menos desde el campo de las especulaciones. Por realidades además y pese a que en Arroyito no saborean una victoria desde hace cuatro jornadas. A la vez hay que destacar que tampoco es para subestimar lo que tiene el elenco cuyano porque la ilusión auriazul podría chocar en todo caso contra un muro en Cuyo.
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Para el recuerdo. Paulo Ferrari se presta gustoso para la foto junto a un hincha en la llegada del plantel canalla a San Juan.
Por más que la ubicación en las posiciones no siempre entrega la verdad de las cosas, en este caso vale remarcar la diferencia de jerarquía entre ambos planteles. Claro, hoy no será tan notoria porque el canalla no podrá contar en escena con Marco Ruben, Teo Gutiérrez, Gustavo Colman, Javier Pinola y Damián Musto, estos dos últimos quienes podrían haber estado pero uno decidió emigrar a River de un día para otro y la dirigencia auriazul lo bajó del avión (ver aparte), y el otro se bajó solo.
Tampoco es casualidad lo que se jugará cada uno. Central está lanzado en la búsqueda de la clasificación. Pero todo dependerá también de cómo termine el encuentro entre triperos y el Halcón de Varela, que arrancará a las 16. Porque si Defensa rescata un punto de local, automáticamente dejará sin chances a los de Arroyito. Y ahí el semblante será otro a la hora de salir a jugar contra el verdinegro en esta ciudad.
No obstante, Central llegó con claras señales positivas. Y eso que afrontará este partido con varias bajas de peso. Sin embargo, Montero diseñó una alineación pensando más en los atributos propios que en virtudes ajenas. Lo hizo también porque muchas opciones no tenía ni le quedaban a mano en un plantel corto. Apelará a la apuesta colectiva más que individual.
Vaya que no vienen siendo días sencillos en el mundo auriazul. Ni hablar en la vida del entrenador uruguayo, quien sigue perdiendo soldados. No obstante, Montero le pone el pecho a la realidad deportiva. Lo hace con aplomo y apelando al raciocinio ante todo, más allá de que por sus fibras íntimas la sangre le hierve de calentura.
Central llegó a San Juan golpeado desde lo emocional por la inmediata baja de Pinola, que dejó además al plantel sorprendido por haberse bajado del tren antes de llegar a la última estación. Y de Musto. Sabiendo además que los necesitaban para esta cita, en la que si bien no dependerá de sí mismo para clasificar a la Sudamericana, el canalla pondrá la cara para cerrar una temporada que fue de menor a mayor. Lógico que si se la corona con un pasaje internacional será como haber hecho bingo.