Central, una pasión en azul y amarillo que cumplió 120 años

El hincha de Central no tiene límites. No conoce de grises. En cada acontecimiento popular desborda de pasión. Es casi una marca registrada de la historia que forjó su identidad. Una identidad que comenzó hace más de un centener de años, pero que día a día sus simpatizantes se encargan de hacer trascender las fronteras. Una consecuencia de esto son los festejos de los 120 años de la rica historia futbolística canalla, que entre viernes y domingo fue una fiesta popular que desbordó de pasión, calor y color.

Una celebración que se inició el viernes en el Gigante de Arroyito con el festejó por un nuevo aniversario auriazul. Ante un marco imponente, por tratarse de un día laborable y con lluvia, unos 15.000 canallas volvieron a vibrar con las viejas glorias de los equipos campeones y algunos otros que sin haber logrado un título se ganaron el corazón del pueblo canalla. No faltó nadie. Nadie quiso perdérselo. Estuvieron el Puma, el Negro, el Chacho, Pirulo Rivarola y Don Angel, entre otras figuras inolvidables del pasado mediato e inmediato. Sobrenombres que no necesitan presentación, porque están en el inconciente colectivo del hincha.

Un partido de fútbol fue la excusa perfecta para que los simpatizantes vuelvan a revivir con los campeones del 71, 73, del 80 y del 87 y también de la Conmebol del 95.

Pero como el hincha de Central, siempre tan sanguíneo y pasional, siempre se las ingenia para seguir de festejo, armó una celebración que en la previa no figuraba en ningún catálogo. No estaba prevista en niguna de las actividades programadas. Es que si con lo vivido el viernes por la noche no hubiese sido suficiente, Central se regaló otra alegría con la obtención del Súper 8, un título que conquistaron las viejas glorias de la entidad que no quisieron quedar al margen de este recuerdo.

Los festejos se prolongaron el domingo con el maratón de los 6 kilómetros, en el que se dieron cita más de dos mil canallas. La partida fue en Génova y Avellaneda y la posterior llegada al campo de juego del Gigante, donde no pararon de cantar.

El cierre de una celebración que sacudió a la ciudad y que generó un gran impacto en la ciudad fue cuando alrededor de 120 mil hinchas desplegaron a lo largo de más de cuatro kilómetros la bandera más larga del mundo (4.350 metros de extensión), en un hito que no registra antecedentes en el mundo.

Una multitud de manos canallas le pusieron el cuerpo y sacaron de paseo por avenida Avellaneda lo que denominaron como la bandera más larga del mundo, la que llegaba desde el Gigante hasta pasado el viaducto Avellaneda. pasearon por Arroyito y Alberdi.  

La serie de festejos, no obstante, tendrá su epílogo con la cena que se desarrollará mañana en el playón del Gigante.