No es una nueva etapa, pero lo parece. A priori el camino que iniciará Central hoy frente a Patronato es parte de un nuevo tramo en medio de este proceso de reconstrucción, pero está entrelazado con todo lo que hizo en las primeras seis fechas de la fase de grupo de la Copa Diego Maradona. Ahora el objetivo pinta más lejano y hasta quizá no se traduzca en demasiada exigencia o demanda, pero de todas formas, para lograr esa clasificación a la Copa Sudamericana 2022 muchas cosas deben cambiar desde lo futbolístico en este Central del Kily González. Ahí es donde aparecen los puntos de contacto y ese hilo de continuidad entre lo hecho y lo que vendrá. La primera respuesta la entregarán los 90 minutos de esta tarde en el Gigante, ante a Patronato.
Es imposible pararse frente a este zona complementación sin partir del antecedente de las primeras seis fechas, cuando a ese Central le costó bastante y no pudo hacer pie y por eso pagó el alto costo de la no clasificación a la zona campeonato. Por eso, pese a que se enfrentará con los equipos más débiles del semestre, la superación deberá ser una condición sine qua non, siempre y cuando se aspire a ese objetivo de máxima y, a priori, no sencillo de alcanzar.
Es que en el medio está la postura del club, ejecutada por el técnico de turno, que contempla la inclusión de muchos pibes y, contra eso, cualquier objetivo visto desde el resultado puede presentar un mayor grado de complejidad. Pero es un costado atendible, por el simple hecho de que es lo que está ocurriendo.
Hoy el Kily tiene como meta comenzar a establecer los parámetros sobre qué chicos estarán en condiciones de bancarse la primera de Central a partir del próximo año (que incluirá, entre otras cosas Copa Sudamericana) y en medio de esa prueba permanente, en la que las oportunidades aparecen y desaparecen de acuerdo a las respuestas que el DT vaya obteniendo, están seguramente los fundamentos de los altibajos del equipo.
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El Kily y Vecchio, voz de mando hoy en Central.
Sin ir más lejos, el partido de esta tarde podría ser con caras nuevas de juveniles que hasta aquí nunca fueron titulares en el campeonato. La referencia más notoria y significativa es la que tiene a Francesco Lo Celso como protagonista. El juvenil esta vez tendría su oportunidad desde el arranque, lo que sería una nueva apuesta de parte del técnico, reforzando esta idea de que lo fundamental es que los más jóvenes vayan adquiriendo rodaje.
De concretarse, no será seguramente la única modificación que realizará el Kily en relación al equipo que puso en cancha ante Banfield. El otro que está ahí, esperando su chance, es Alan Marinelli, hasta aquí con un puñadito de minutos en la era Kily González (jugó mucho más mientras Cocca fue el técnico).
Más allá de eso, el cambio sustancial para esta tarde es la línea de cuatro defensores, la tradicional, la que la mayoría de los técnicos utiliza pero a la que el Kily tenía guardada desde hace un tiempo. Porque la mayoría de los partidos los hizo con cinco en el fondo, pretendiendo tener más presencia del medio hacia adelante cuando el equipo se hiciera de la pelota. Ahora vuelve a lo clásico.
Para muchos puede tratarse del inicio de un nuevo ciclo, con expectativas que se renuevan, para otros la continuidad de un proceso. La lectura que le quepa, Central frente a lo de siempre, al menos desde que inició este ciclo, a elevar su rendimiento para seguir fortaleciendo las bases.
Gamba concentra, Bonansea no
Cuando todo indicaba que Lucas Gamba iba a ser preservado, el cuerpo técnico decidió concentrarlo. El delantero se recuperó de una contractura en el sóleo y es uno de los 23 convocados por el Kily González. Bonansea ni concentró. Además de los 11 titulares, el técnico citó a: Miño, Bottinelli, Almada, Martínez, Mazzaco, Ojeda, Ferreyra, Zabala, Infantino, López Pissano, Gamba y Russo.