Pese a tener muy claro el diagnóstico, Central no encuentra el remedio para su males. Sigue sin encontrar el rumbo. La curva descendente que tuvo en los últimos partidos hoy sumó un nuevo y preocupante capítulo en el Gigante, al igualar esta noche ante Quilmes por 0-0, en un partido en que lo tuvo como protagonista casi excluyente durante los 90 minutos, pero en el que repitió los problemas de siempre: la falta de un conductor, la escases de idea y la falta de volumen de juego, todos factores que terminaron confluyendo en la falta de profundidad de un equipo que se va desdibujando con el correr de los partidos, lo que explica el desencanto y el reclamo que la gente exteriorizó en el final del partido. Y el enojo de la gente se entiende en el hecho de que el canalla sólo cosechó 6 puntos en los últimos 18 que disputó, una marca exígua para un equipo que tiene pretensiones de ascender. Por eso Pizzi deberá trabajar mucho para corrergir el rumbo y hacer que este equipo empiece a caminar por otro sendero.