Central consiguió su objetivo. Frente a su gente en la vuelta al Gigante de Arroyito retomó la senda del triunfo. Se impuso por un sufrido 1 a 0 sobre Unión, en el marco de la 14ª fecha de la Superliga. Así, enderezó el rumbo tras el empate y la derrota en sus respectivas visitas a Independiente y Gimnasia la Plata.
Las intensiones canallas se hicieron evidentes rápidamente. Porque el equipo de Leo Fernández se convirtió rápidamente en el protagonista del partido. Se adueñó de la pelota y la manejo con criterio. Siempre pensando en el arco rival.
Esta vez el canalla pegó de entrada. Inclinó la balanza a su favor en apenas ocho minutos. A los 8' el mediocampista Leonardo Gil córner desde la derecha que encontró solo al defensor Fernando Tobio, quien remató de cabeza cruzado y envió la pelota al fondo de la red.
A partir de ese momento, el canalla apeló a la prudencia. Continuó manejando la pelota y los tiempos del partido. Pero siempre tomando los recaudos necesario para no arriesgar más de la cuenta.
Unión tuvo una sola jugada clara. Pero la gesto gracias a un error del fondo canalla. Una desinteligencia entre el arquero Jeremías Ledesma y el defensor Oscar Cabezas, hizo que la pelota quede en el borde del área al volante Nelson Acevedo, cuyo remate salió muy cerca del arco canalla.
El panorama se le complicó al canalla en el cierre de la primera mitad. El medicampista Maximiliano González fue a trabar una pelota con los pies para adelante, y el árbitro Facundo Tello le mostró la segunda amarilla y la roja.
Central volvió a terreno de juego con un cambio. El entrenador Leo Fernández interpretó que debía reforzar la mitad de cancha por la expulsión, y reemplazó al delantero Maximiliano Lovera con el mediocampista Joaquín.
El tenor del partido cambió rotudamente en la segunda mitad. Tal como se esperaba. Porque la inferioridad numérica obligó a Central a cerrar filas. A retroceder unos metros y, de esta manera, jugar muy lejos del arco Tatengue con un Zampedri muy solitario.
Recién a los 34' del complemento el canalla volvió a generar una jugada de peligro. En el pie del mediocampista Federico Carrizo, el más desequilibrante del equipo. El Pachi agarró la pelota en tres cuartos cancha y remató de emboquillada pero el arquero Nereo Fernández respondió de manera brillante y despejó la pelota.
Después no hubo tiempo para mucho más. Sólo para que el dueño de casa se aferre al triunfo con uñas y dientes, y explote en un gran festejo cuando el árbitro Tello marcó el final del partido