Un partido chivo por donde se lo mire tiene Central esta tarde cuando viste a Gimnasia en el bosque platense. Porque será un duelo disputado a cara de perro desde la primera pelota hasta la última. Lo positivo en la previa para Central es que en las dos presentaciones anteriores (victoria con Quilmes y traspié con River) demostró que se mueve como pez en el agua a la hora de meter, morder y presionar. Y esos atributos son los que deberá sacar a relucir hoy como primera medida. Pero a esa enjundia tendrá que sumarle otro ingrediente determinante, que viene siendo hasta el momento el punto flaco del equipo auriazul. Y es la sabiduría para manejar los tiempos a la hora de administrar la pelota. Lo dicho. Un encuentro de hacha y tiza, donde un error costará carísimo. Y el que esté más claro de la cabeza con la pelota en los pies podrá salir victorioso de un reducto siempre complicado para la visita. Se notaba una gran expectativa ayer a la tarde en el último entrenamiento en Casa Amarilla, donde había gran optimismo en la delegación auriazul.