El veredicto estuvo a cargo de la lotería de los penales. Fueron lo que decretó la derrota de Central por 4-3 frente a Talleres en el inicio de la era del entrenador Paolo Montero. Tras empatar por 1-1 durante los 90' el conjunto cordobés fue más preciso en los envíos desde los 12 pasos y se quedó con la Copa Desafío tras el compromiso que se disputó en el estadio mundialista de Mar del Plata.
No fue el día del canalla. Claramente porque perdió. Pero eso no es lo más importante. Sí hay que hacer hincapié sobre e flojo nivel que mostró el equipo de Arroyito. En el primer tiempo fue superado claramente, y en el segundo mostró signos de recuperación pero nunca pudo hacer pie realmente en el partido.
El delantero Victorio Ramis puso en ventaja al conjunto cordobés en apenas dos minutos de juego, y el delantero Teófilo Gutiérrez estableció la igualdad a los 44'.
El equipo del charrúa Montero no mostró una buena imagen en el arranque. Por falencias propias y virtudes del rival le costó hacer pie en el partido. No pudo manejar la pelota ni enconrtar juego.
Y cuando debió defender mostró carencias importantes. Por eso, cada vez que el elenco cordobés apretó el acelerador, lastimó.
Recién a los 25' el canalla tuvo su primer tiro al arco. Fue con un remate desde afuera del área del juvenil defensor Renzo Alfani. Eso grafica fielmente el papel del equipo de Montero en el partido.
Hubo que esperar 10' para que Central vuelva a llegar con peligro al arco cordobés. Esta vez con una buena jugada asociada que terminó con un remate muy desviado del colombiano Teófilo Gutiérrez.
Un puñado de minutos más tarde Teo tuvo revancha y no perdonó. Recibió la pelota por la izquierda y definió cruzado para establecer la igualdad sobre el cierre de la primera mitad.
En el complemento el equipo de Montero mostró otra imagen. Comenzó a manejar más la pelota y, como consecuencia, encontró el juego asociado. Pasó de ser el partenaire de la T para empezar a ocupar el rol de protagonista. Entonces el partido ya no se disputó tan cerca del arco del Ruso Rodríguez.
Todo hacía parecer que el giro que dio el partido le abriría el camino a un trámite de ida y vuelta. Pero lejos estuvo de eso. Se volvió chato. Trabado. Y las situaciones de peligro brillaron por su ausencia.
Recién sobre el final del partido aparecieron las emociones. Fue Central el que, con más amor propio que ideas, inclinó la cancha a su favor y llegó con peligro. Pero no le alcanzó con las intenciones.
Entonces todo quedó en las manos de la lotería de los penales. Y ahí el arquero Herrera hizo que el conjunto cordobés avance hacia el casillero del triunfo tras imponerse por 4-3.
Para el canalla convirtieron el Ruso Rodríguez, Camacho y Lovera. Y Herrera se impuso en el duelo ante Martínez y Fernández.
Para Talleres convirtieron Ramírez, Strahman, Herrera y Araujo, mientras que el Ruso Rodríguez le había tapada su penal a Gil.