Por Sergio Faletto
Minuto 61. Central pierde 1 a 0 y se queda con diez hombres por expulsión de Laso. Hasta ahí el partido era equilibrado. Y unos minutos después también. Hasta que River logró el segundo a puñado de minutos del final y allí el resultado se configuró. Pese a que el conjunto canalla no se dio por vencido ni aún vencido. Por eso el gol de descuento de penal fue un premio a la perseverancia.
Pero el que pensaba que River se lo llevaría por delante a Central se equivocó de cabo a rabo. Porque el Kily González lo planificó bien, alcanzó una competitividad que lo mantuvo siempre en partido, incluso cuando hasta jugaba con diez hombres.
Es cierto que perdió, pero la diferencia inicial que se evidenció en ese gol de De la Cruz, recién se consolidó cuando Pratto hizo el segundo. Porque en el juego de las equivalencias no había distancias.
Porque el técnico de Central primero pensó en controlar al rival y después tratar de sorprenderlo. Y en casi a lo largo del encuentro lo logró. Por supuesto que es inocultable la lentitud defensiva que incidió en el gol millonario y en otras contadas jugadas de riesgo, pero también es verdad que colectivamente los del Kily dejaron todo en cada pelota.
River insinuó superioridad a los 6 minutos cuando generó la primera situación de riesgo con un remate de De la Cruz que tapó magistralmente Ayala.
Pero Central tuvo también la suya cuando a los 12' Vecchio dejó en buena posición a Vecchio, pero su remate se fue alto.
No obstante la diferencia llegó con un dinámico De la Cruz, y fue justamente él quien recibió un pase largo de Casco y se aprovechó de la lentitud de Novaretti y Bottinelli para quedar frente a Ayala y convertir.
Desde lo actitudinal Central no acusó el impacto y fue siempre por la igualdad, y así fue erigiendo a Armani en un gran escollo. Si hasta pareció injusto que una jugada que pergeñaron Gamba, Ferreyra y Vecchio no haya terminado en el empate por una gran intervención del arquero.
Pero Gallardo movió el banco al comprobar cierta adversidad en el trámite del partido, y a los pocos minutos fue Ayala el que evitó un gol de Pratto.
En esos movimientos Gallardo puso a Carrascal, y fue el colombiano el que aprovechó la lentitud de los zagueros y una mala salida de Ayala, y forzó una infracción leve de Laso que le costó la roja por interrumpir una manifiesta jugada de gol.
Allí comenzó a terminar el partido, porque luego Pratto hizo el segundo y todo comenzó a definirse.
Central fue pese a todo y tuvo sus posibilidades de convertir, por eso al final tuvo su premio con el gol de descuento de penal a cargo de Vecchio.
Central sufrió una derrota que no debe preocupar, porque el planteo táctico logró equiparar las diferencias previas que en la cancha no fueron tales.