Los penales condenaron a Central. No sólo porque perdió 3 a 1 en la definción desde los doce pasos (tras igualar 0-0 en el partido), sino porque también había errado un disparo en los pies del uruguayo Camacho durante los 90 minutos que le hubiesen permitido pasar de fase y llegar a la final. Ese resultado también determinó la salida del entrenador Paolo Montero, quien presentó su renuncia.
En los penales, para Central solo convirtió Carrizo, mientras que erró Ruben y el arquero tucumano Sánchez -que reemplazó a Lucchetti- le contuvo los disparos al Ruso Rodríguez y a Mauricio Martínez.
En definitiva, el canalla tuvo todo para llegar a la final por lo hecho en los 90 minutos, donde además de haber tenido varias chances para quedarse con la victoria, dispuso de un penal que el uruguayo Camacho desperdició por haberlo pateado suave y anunciado para que Lucchetti se luzca y se quede con el disparo.
El arranque para Central mostró una de cal y otra de arena. Porque si bien se mostró muy activo y llegó con cierto peligro, en el primer cuarto de hora el técnico Montero se vio obligado a realizar dos cambios obligados por las lesiones de Romero y Herrera.
En ese marco, Central tuvo un par de aproximaciones. Primero por un buen centro de Camacho desde la izquierda que no encontró destinatario. Y después por otro centro de herrera desde la izquierda que Camacho, llegando por el otro palo, alcanzó a pegarle de derecha pero el balón se fue cerca.
El partido tuvo un nivel más bien discreto, con el canalla tratando de tomar la iniciativa en todo momento, con los tucumanos esperando y tratando de sacar alguna contra para lastimar.
En ese contexto, fue el Pachi Carrizo el que sacudió la modorra cuando metió una tremenda volea, a la salida de un centro, que el Laucha Lucchetti en notable reacción alcanzó a tapar.
Y en la contra la Pulga Rodríguez se la quiso picar al Ruso Rodríguez, que le adivinó la intención.
En el final lo tuvo otra vez el canalla, que llegó con un centro de Zampedri desde la izquierda que encontró a Camacho entrando solo por derecha, pero su defectuoso cabezazo quedó en las manos del arquero.
En el arranque del complemento, Atlético mostró las garras y generó dos situaciones de gol en la misma jugada. En la primera la Pulga Rodríguez metió un tiro libre al primer palo que el Ruso alcanzó a sacar con los puños, y en el rebote Aliendro la agarró de aire desde afuera del área y metió un tremendo derechazo que controló el arquero canalla.
Tras ese sacudón, Central metió una contra furibunda para que Lucchetti le cometiera un claro penal a Camacho, que el mismo jugador pateó, anunciado y suave, y fue controlado por el arquero tucumano para que el partido siga 0-0.
Pese a desperdiciar el penal, Central no se bajoneó y siguió buscando. De hecho, a los 11', lo tuvo en los pies de Carrizo, que reventó el travesaño. Y un minuto después, Camacho otra vez estuvo a punto de marcar y en el rebote una media vuelta de Ruben fue tapada espectacularmente por el arquero Sánchez -reemplazó a Lucchetti luego del penal-.
Pocos minutos después, Carrizo metió una diagonal bárbara, dejó al arquero en el camino pero el remate del volante fue sacado por el Garcia casi en la línea.
En el final, el canalla se fue quedando sin ideas y los tucumanos se fueron sintiendo cómodos con el desarrollo y con el empate, por lo que los dos le fueron bajando el telón a un partido en el que Central mereció mucha mejor suerte, pero que por falta de puntería o por impericia no lo pudo coronar en el resultado pese a tener todo a favor. Y los penales posteriores los terminaron condenando a la decepción y lo dejaron afuera de todo: no solo de la final de la Copa Argentina, sino también de la inmensa chance de clasificar a la Copa Libertadores. Y por si eso fuera poco, se quedó sin entrenador, y ahora deberá salir a buscar al reemplazante de Paolo Montero.