Central no detiene su marcha. Se tomó a pecho eso de ir haciendo camino al andar. Es que esta noche en el Gigante encadenó su quinta vioctoria de manera consecutiva, que lo deja en una posición expectante de cara al ascenso, cuando hace cinco partidos esa era poco menos que una utopía. Es que con este triunfo queda tercero en la tabla, junto al Lobo jujeño. Fue un 2 a 0 que además tiene el plus de haberlo logrado ante un rival como Gimnasia (LP), que estaba arriba en la tabla y que con esta victoria lo supera. Y por si fuera poco llegó al quinto partido sin recibir goles.
Iban 20 minutos y el partido había mejorado respecto a lo del primer tiempo, con situaciones para ambos lados, hasta que apareció el juvenil Nery Cardozo para ponerle la cabeza a un centro preciso de Jesús Méndez desde la derecha y decretar la apertura del marcador y el delirio en Arroyito, que vuelve a soñar con la chance de volver a primera.
El gol de Carrizo, que apareció para abrochar una notable contra de Central, terminó de darle forma a un gran triunfo canalla, porque tuvo orden y paciencia, porque siguió siendo sólido en defensa y prolijo en el traslado de la pelota, porque esta vez no debió sufrir demasiado para ganarlo y porque además lo logró ante un rival encumbrado de la categoría.
En el haber sólo se puede mencioanr su falta de profundidad hasta que abrió el marcador. Después tuvo varias chances como para que el resultado sea más abultado, como cuando se lo perdió Valentini en un cabezazo o Coniglio en una contra.
También es cierto que hasta antes del gol al canalla le costó mucho el partido, no porque lo haya sufrido o porque haya tenido que soportar el asedio de su rival, sino porque nunca pareció sentirse cómodo con un trámite que comenzó siendo muy trabado y que terminó siendo muy favorable. Desde lo numérico y desde lo futbolístico.
Un triunfo, en definitiva, que le permite seguir sumando y subiendo en la tabla, ganando en confianza y en solidez y meterse de lleno en la pelea por los puestos de ascenso, una quimera hasta hace cinco fechas cuando el equipo penaba entre los últimos de la tabla.