Imaginar los partidos de antemano es un ejercicio que siempre se hace. De parte de todos. ¿Qué dicen los papeles respecto al choque de esta tarde en el Gigante de Arroyito contra Banfield? Que el canalla tendrá, a priori, el encuentro más duro en el arranque de la Superliga. Después puede ocurrir cualquier cosa, que un gol abra el juego o que cualquier otro tipo de incidencia, pero este equipo de Julio César Falcioni parece un escollo más duro que lo fueron Colón, el alternativo de San Lorenzo y Temperley.
De lo que puede haber pocas dudas en la previa es que Central no se apartará ni un ápice de la estrategia. La intención de ser protagonista, de salir a buscar el resultado está por encima de todo. De haber apostado por un mix o directamente un alternativo se podría hablar de otra cosa, pero Montero entregó un mensaje claro durante la semana. Siente que su equipo necesita sumar de a tres porque hasta aquí los resultados no acompañaron al equipo.
Y para llevar a cabo esa estrategia la táctica deberá funcionar. Esto eso, ese nuevo esquema con enganche ideado frente a Temperley tendrá que entregar mejores dividendos desde el juego, que la postura no dure sólo algunos minutos, sino que se extienda algo más en el tiempo.
Las armas Central las tiene. Es que otra vez habrá un mediocampo con jugadores de buen pie, pero que deberán fortalecer las ambiciones desde el juego.
Si Banfield abre la cancha y apuesta por jugadores que se paren como extremos, el desafío de Central pasará no sólo por contrarrestar eso, sino por el ingenio que le pueda poner al juego para impedir que las riendas del partido se les vaya de las manos.
Y en esto de manejar el partido, Carrizo tendrá que levantar su nivel. El equipo lo necesita. Gil deberá acelerar los tiempos entre recibir e iniciar una acción de ataque. Ni más ni menos que esa parte del juego que aún hoy se le reclama al equipo. Encima, que el Gigante sea el escenario potencia un poco más la cosa.
Un plan que ejecutar. Una misión que cumplir. Por allí transitará el camino de Central esta tarde. Justo ante el rival que, en los papeles, asoma como el más complejo del arranque.