Minuto 35’. Ariel Penel considera una infracción a favor de Gimnasia luego de que dos jugadores saltan a cabecear una pelota ambos de espaldas. El tiro libre cae llovido en el área de Central, la pelota rebota en Ojeda, le pega a Miranda y deriva en Morales, quien empuja al gol, estando ya adelantado tras el impacto en el volante auriazul. Gisela Trucco no levantó el banderín. Y el árbitro convalidó la ventaja. A partir de ahí, un resultado comenzó a presentarse como definitivo. Que finalmente fue. 1 a 0. Y los canallas se quedaron sin nada con una fuerte sensación de despojo.
Es que dar por válido un gol indebido, actúa como una prebenda difícil de asimilar, como así una diferencia compleja de reducir en un fútbol tan equilibrado. Más aún cuando un ratito antes el agarre de Mancilla a Caraglio dentro del área no fue considerado infracción.
El partido se rompió con el gol de Leonardo Morales. Central se desconfiguró. En el complemento el Lobo fue presionando arriba buscando otro error defensivo para ampliar la distancia. Casi lo obtuvo porque los defensores canallas dudaban. Pero Colazo, Contin y Domínguez erraban sistemáticamente.
Los nervios provocaron falta de precisión, por ende Central se descompensó, perdió las marcas y el local empezó a manejar los tiempos del partido. Pero sin la profundidad para estirar el marcador.
El Kily movió el tablero, hizo variantes con el objetivo de reconstruir el circuito futbolístico, el que por momentos parecía activarse, más cuando la pelota pasaba por Vecchio y de allí a los extremos, fundamentalmente para las subidas de Blanco.
Fórmula que ya había implementado Central cuando había logrado equilibrar el primer tiempo tras un buen arranque de Gimnasia. Con pelotazos certeros a los extremos para abrir la cancha y saltar líneas, y triangulando en los espacios reducidos en campo contrario.
Pero la falta de contundencia de Gimnasia para definirlo, dejó en partido a Central hasta último momento. Tanto que a los 84’ Marinelli tuvo el empate tras una buena jugada colectiva pero el remate final se fue desviado.
Ya con el Pulga Rodríguez y Brahian Alemán en cancha, Gimnasia también dispuso de ocasiones, pero siguió errando. Y Central aún estaba a tiro de la igualdad. Pero no pudo ser.