Ricardo Caruso Lombardi estaba exultante por su ratificación como DT leproso,
aunque es consciente de que ahora tendrá un compromiso más exigente que salvar al equipo del
descenso. La idea de la dirigencia de Newell’s es lanzarse de lleno a la pelea del próximo
campeonato y además buscar una plaza en la edición 2009 de la Copa Libertadores. A solas con
Ovación, en la soleada tarde del parque Independencia y con un celular que no paraba de sonar, el
entrenador desgranó lo que imagina para el Newell’s que viene y fiel a su estilo frontal hizo
un balance pormenorizado de su primera etapa en el club, donde el apoyo incondicional de los
hinchas le dio fuerzas para seguir sosteniendo las riendas rojinegras.
El próximo semestre el objetivo es que Newell’s
mantenga el mote de equipo aguerrido, pero además incorpore más vistosidad en el juego, una materia
pendiente en la muy buena campaña de la salvación. Para ello deberán llegar jugadores de buen pie y
allí estará focalizada la búsqueda de los refuerzos. No es novedad que reclutar a un armador
efectivo es harto complicado, pero allí apuntarán los cañones para solventar un déficit en la
gestación de juego que se incrementó en el final del torneo.
—Desde afuera se hace la lectura de que López
pretende hacer un muy buen campeonato teniendo en cuenta que en diciembre hay elecciones. ¿Esto te
lo dijo, te lo comentó?
—No pasa por las elecciones. El quiere hacer un buen
torneo porque piensa en la clasificación a la Copa Libertadores de América, ya que este Apertura
definirá los clasificados al torneo continental (se suman los puntos del próximo semestre a la
acumulada de la temporada pasada). Lo que vamos a intentar es armar un equipo para buscar pelear el
título. Después podés llegar o no al objetivo. Uno no es mago. Es una ilusión. Puedo decir para qué
puede estar el equipo cuando lo vea en las prácticas de fútbol. Hoy hablo en el aire porque no
están definidas las contrataciones ni los que se pueden ir.
—¿No te cierra demasiado incorporar grandes
figuras?
—Si me sirven sí. Tener mucho nombre no implica que
sean grandes figuras. El tema es que tenga su lugar en el equipo y que entrene y corra como los
demás. Si uno lo trae como figura debe ser el mejor del equipo. Traerlo por el nombre nada más no
tiene sentido. Una figura para mí es otra cosa. No pasa por un apellido. Un apellido fue y el
fútbol es presente. No podemos vivir del pasado. Si no estaríamos buscando jugadores de 40 años. Y
si es figura y te sirve quedate tranquilo que está afuera. Y por ahí el que quiere cerrar su
carrera o no está bien afuera se viene para acá. Por eso hay que tomar con pinzas lo de traer un
jugador de renombre.
—Al presidente Eduardo López siempre lo seduce la
idea de sacudir el mercado con una contratación rutilante. ¿Lo hablaste con él?
—Sí. Yo sé que él por ahí quiere traer a dos o tres
figuras. No es que no me gustan los tipos de nombre, pero deben servirme. Para traer a un tipo de
nombre que no me sirva para qué lo quiero. Por ejemplo, Verón tiene nombre y sirve porque patea los
tiros libres y juega bien. Riquelme también lo tiene y además juega bárbaro. No tiene sentido traer
uno porque sí.
—¿Te tiró mucha presión el presidente en lo que será
el objetivo de pelear arriba?
—No. Creo que la dirigencia del club confía en lo que
nosotros hicimos. La gente me dio su apoyo y el presidente me dio la continuidad. Tengo la presión
de ambos lados.
—Sabés que el apoyo de la gente con un par de
resultados negativos puede cambiar.
—Seguro. Del amor al odio hay muy poquito. Esperemos que siempre sea amor
y no odio. Vamos a luchar para hacer un equipo competitivo y que a los hinchas los entusiasme.
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