Durante las pretemporadas suelen tejerse novelas eternas sobre posibles pases de un jugador a otro club. No fue el caso de Central, en el que los refuerzos llegaron bastante rápido, pero sí hubo algunas semanas de mucha dialéctica sobre el futuro de Federico Carrizo. Es que Pachi fue el jugador destacado de la etapa preparatoria y sobre el cierre del libro de pases apareció el interés de Boca, que por ese entonces estaba buscando un futbolista con desequilibrio de tres cuartos de cancha hacia adelante, y que vaya por las bandas. "Lo tomé de una manera muy tranquila", dijo el volante canalla respecto a lo que fueron aquellos días en los que, según sus propias palabras, recibió los consejos de parte de Miguel Angel Russo y también de muchos de sus compañeros. "Les agradezco a todos porque me ayudaron mucho", apuntó.
Precisamente ayer fue el tiempo de atención a la prensa por parte de Carrizo después de un tiempo sin hacer declaraciones. Y no fue casual. Es que en su momento el propio Russo trató de protegerlo y no exponerlo al asedio periodístico, con la única intención de que se mantuviera enfocado en lo que iba a ser el torneo Final con la camiseta de Central. El propio jugador reconoció ese gesto porque son momentos "en los que a un jugador por ahí se le vuela un poco la cabeza".
"Lo tomé con calma y en ese momento el técnico me dio muchos consejos. La realidad marca que finalmente no se llegó a nada, pero yo siempre dije que acá en Central me siento bárbaro. Mi objetivo es que en este semestre me vaya bien, y después se verá", agregó Carrizo.
Todo esto se dio en un momento futbolístico complicado por el lado de Boca e inmediatamente después de que el volante auriazul hiciera dos buenos partidos en la Copa Provincia de Córdoba, primero contra Independiente y después ante Belgrano, con gol incluido frente al Pirata.
Y bastó que desde Buenos Aires se filtrara la información de que Carrizo estaba en los planes de Carlos Bianchi para que no sólo acá en Rosario, sino en el resto del país, se comenzara a hablar de esa posibilidad. Allí fue cuando desde la dirigencia canalla informaron que el jugador era prácticamente intransferible, pero sobre todo cuando Russo marcó claramente el terreno y dejó en claro que no tenía intenciones de desprenderse del futbolista.
Por eso, la protección por parte del entrenador pasó no sólo por la posibilidad de emigrar a un club como Boca, sino porque también trascendieron cifras, que, muchas veces, hacen tambalear a cualquiera.
"La verdad es que no soy de prestarle atención a esas cosas. Por ahí la familia y los amigos están más pendientes de eso, pero uno como jugador trata de tomarlo con tranquilidad", esgrimió Pachi, quien destacó en reiteradas oportunidades todo ese vendaval de consejos que le llegó por parte de Russo. "Ya le di las gracias varias veces, porque me dio muchos consejos en un momento importante. Siempre me brindó su apoyo y cada vez que necesité hablar con él, siempre estuvo. También pasó con varios compañeros, especialmente con los más grandes", advirtió, sin ocultar que por esos días sintió la necesidad de tener que escuchar voces de personajes con más trayectoria en el mundillo del fútbol. "Lo sentía así. Yo soy bastante chico y estas cosas nunca me habían pasado. Todo esto me sirve mucho y por eso les agradezco tanto a mis compañeros, como al técnico".