Mauro Camoranesi quedó otra vez en el ojo de la tormenta, tras el duro planchazo que le pegó el último sábado al Gringo Gabriel Heinze, en el empate entre Racing y Newell's. UNa infracción que a todas luces debió haber sancionado con la tarjeta roja, pero que el juez del partido Patricio Lousteau sólo penó con la escasa tarjeta amarilla.
Hoy, el volante rompió el silencio y dijo que estaba arrepentido. Fue tan fuerte el planchazo que el propio jugador consideró que "era para roja".
En ese mismo sentido se pronunció hoy el juez del partido, luego de ver las imágenes, quien dijo que se equivocó en no haber expulsado al jugador de Racing.
"Vi la jugada del planchazo. Me sorprendí cuando lo vi, llegué muy a destiempo y con la pierna muy alta. En el momento, no me pareció para tanto. Era para roja y me arrepiento de cómo fui. Al ver la imagen noté que pudo haber sido más dura de lo que se percibió en la cancha", dijo Camoranesi, en diálogo con ESPN Radio.
No obstante, no reaccionó así por la posibilidad de haber podido lesionar al jugador rial, sino por el hecho de que podría haber dejado a su equipo con un jugador menos. "No tengo por qué llamar a Heinze. Sino, tenemos que llamarnos todos los jugadores en la semana para pedirnos disculpas. No me voy a poner en el banquillo del enjuiciado. Son cosas del partido. Cuando vi la imagen me sentí mal y me di cuenta de que podía haber dejado al equipo con 10, fue innecesario. Arriesgué demasiado y sin calcular lo caro que le podía costar al equipo", remarcó.
Además, recalcó: "Soy muy crítico conmigo mismo, pero no me veo como un tipo que me tengo que encerrar en una caja de clavos para ser castigado. Muchas veces estuve del lado del que recibe y nadie me llamó para ofrecerme disculpas. Repito, no me reconocí cuando vi las imágenes, pero no hago escándalos. Por ejemplo, el año pasado me trabaron fuerte y tuve distensión de ligamentos y, sin embargo, no salí a hablar por la radio ni a quejarme por lo que me pasó. Puede pasar en el fútbol, es un deporte de contacto. Es mi verdad y no digo que sea absoluta".
"Tenemos canilleras y estamos bien protegidos. Hay algunos que juegan hasta con protector bucal", resaltó.