Fue una tarde con goles esperados por muchos. En Arroyito, por que el pibe Walter Acuña es una de esa promesas a las que Miguel Angel Russo hace permanente alusión. "Es uno de los chicos que viene trabajando hace un año y medio con nosotros, sabe lo que es Central, tiene su oportunidad y debe estar a la altura de las circunstancias". Palabras más, palabras menos, ese es el discurso del DT cuando se refiere a algún juvenil de la cantera canalla que pide pista a gritos.
Ayer, Cachete debió reemplazar al lesionado Hernán Encina promediando la primera mitad. Como es su estilo, la pidió, la buscó, encaró y se mostró atrevido. Los goles en reserva, los clave del torneo pasado, como el de la victoria ante Argentinos en La Paternal en el cierre del torneo Inicial, los convertidos en los amistosos veraniegos le dan al juvenil más material para engrosar su currículum.
Con Central arriba 2 a 1 y tratando de cerrar el partido para llevar mayor tranquilidad a su gente, Acuña trajo ese bálsamo ansiado. El gol llegó casi en el final, tras una buena jugada con Carrizo y el centro del Pachi al corazón del área, que a Cachete le quedó un poco atrás. Sin embargo el pibe volvió sobre sus pasos, giró y sacó un derechazo alto que terminó con la resistencia de los defensores de Gimnasia.
La gente lo reconoció y el pibe se llevó los aplausos finales. El propio Russo lo festejo con todas las ganas por varios motivos. El mensaje de la tribuna le llegó al DT.