El flamante entrenador de Independiente, Miguel Angel Brindisi, reconoció que "descender es una posibilidad, hay que ser realistas, es un camino espinoso. Hay que dar una mano porque el Rojo está en un estado crítico", admitió.
El flamante entrenador de Independiente, Miguel Angel Brindisi, reconoció que "descender es una posibilidad, hay que ser realistas, es un camino espinoso. Hay que dar una mano porque el Rojo está en un estado crítico", admitió.
El técnico que ganó en el club el Clausura 1994, la Supercopa 1994 y la Recopa 1995, confesó: "todavía no está todo, faltan detalles. Está definido en un 90 por ciento, hay muchas cosas que hay que tratar".
Luego Brindisi contó: "Ayer a las siete de la tarde me dicen «te enteraste Fossati no arregló», llego a mi casa y es un bombardeo de llamadas. Yo pensé que arreglaban Fossati o Trossero".
"A mí me habían citado a las 3 de la tarde y le di mi punto del vista al vicepresidente Rubén Vázquez. No fue un ofrecimiento. Le dije que tenía que ser un hombre de la casa dentro de la terna que era Fossati, Trossero o alguien del club", dijo.
"Me encantaría que esté Gabriel Milito en mi cuerpo técnico, que esté en el campo como ayudante. Por lo monstruo que ha sido como profesional se lo necesita", afirmó Brindisi de cara a su nuevo ciclo en el club de Avellaneda.