La marquesina luminosa dice que se miden Brasil y Holanda. Con eso ya es suficiente para que los
amantes del fútbol se entusiasmen. Hay espectáculo garantizado. Y a eso hay que sumarle que
lucharán por un lugar en las semifinales del Mundial.
El encuentro se disputará desde las 11 en el estadio Nelson Mandela Bay, de Port Elizabeth,
con el arbitraje del japonés Yuichi Nishimura.
Brasil llega al partido decisivo con una baja confirmada, la del mediocampista Elano, quien
se lesionó en el choque frente a Costa de Marfil, por la segunda fecha del torneo. Además, cuenta
con una duda importante, la del volante de contención Felipe Melo, quien sufrió un esguince de
tobillo el 25 de junio, en el choque contra Portugal por la tercera jornada del grupo H.
Una ausencia de Felipe Melo supondría debilitar considerablemente el sólido sistema defensivo
del entrenador Dunga, quien será puesto a prueba hoy ante el poderoso ataque holandés, ya que
Ramires, quien reemplazó eficazmente al jugador de Juventus en los octavos de final ante Chile,
está suspendido y tampoco podrá jugar.
Para Brasil, un triunfo sobre Holanda en el estadio Nelson Mandela Bay supondrá un paso de
gigante hacia la conquista del codiciado hexacampeonato.
Para la Naranja, por otra parte, el duelo significará tomarse revancha de las derrotas ante
los brasileños en Estados Unidos 1994 y Francia 1998, y avanzar rumbo a un título mundial buscado
desde 1974, y que jamás se concretó.
El ganador de esta llave se medirá en semifinales con el vencedor del duelo entre Uruguay y
Ghana, que se disputará también hoy en Johannesburgo.
Dunga ignora las críticas
Dunga respondió con ironía y bromas a las críticas que le formuló el holandés Johan Cruyff, en
el sentido que el DT brasileño practica un fútbol “poco interesante”.
Cruyff, ícono del fútbol holandés y quien estuvo presente en la victoria de su país sobre
Brasil por 2-0 en Alemania 74, lanzó sus cuestionamientos en declaraciones recientes a la prensa
inglesa.
“Nunca pagaría una entrada para ver un partido de esta selección brasileña”,
señaló Cruyff. “Tienen jugadores talentosos, pero juegan de una manera muy defensiva y poco
interesante. Es una gran vergüenza para los hinchas y para el torneo, porque son uno de los equipos
que la gente quiere ver”, agregó.
Sus comentarios resonaron un día antes que Brasil y Holanda se enfrenten por los cuartos de
final en Sudáfrica, en lo que será el cuarto duelo entre las dos potencias.
“El (Cruyff) debe tener entrada gratis, le dan a elegir los partidos que quiere ver. No
paga porque la Fifa le facilita los tickets”, ironizó Dunga.
Ante una pregunta si acudiría a ver partidos de Holanda, el técnico brasileño respondió,
riendo: “Yo soy tacaño y lo miro por la televisión”.
“Siempre vale la pena ver los partidos en la Copa Mundial”, agregó más en serio.
“Se trata de un espectáculo único, cada cuatro años. Valdría la pena (ver jugando a Holanda),
sin lugar a dudas”.
Cruyff no es el único que criticó el estilo pragmático y calculador de Dunga. También Pelé
cuestionó que los brasileños hoy juegan más al contragolpe.
Pero Dunga hace caso omiso a las críticas y le imprime el mismo estilo a la selección que él
aplicó en su época de jugador, el cual le está dando triunfos.
“Entiendo las críticas de Cruyff, pero el fútbol cambió”, agregó Dunga.
“Todos los equipos están físicamente mejor, más organizados. Cuando usted juega como en el
pasado, es más difícil ganar”.
“Todo depende de cómo se mire”, añadió el brasilño. “Queremos jugar bien,
pero no siempre eso nos da victorias convincentes. Un partido con muchos goles es lo que
encontramos atractivo en la actualidad”.