Boquita tapada

Ricardo Caruso Lombardi decidió hacer silenzio stampa. Después de los duros cruces verbales que mantuvo en los últimos días con Andrés Scotti, jugador de Argentinos Juniors (desde su arribo al Parque acumuló también otros entredichos), el entrenador de Newell’s reflexionó en la intimidad y llegó a la conclusión de que lo mejor será no hablar más públicamente para de esa forma intentar dejar atrás, en parte, el mote de "mediático". Claro que ayer más de uno se preguntó a lo largo de toda la jornada qué pasará si su equipo le gana a Boca. La pregunta tendrá respuesta mañana luego del partido si el resultado es positivo.

"Si hablo soy mediático y si no lo hago o cierro las puertas soy un misterioso o dicen que me agrandé", confesó días atrás en el medio del cruce verbal que mantuvo con el defensor del conjunto de La Paternal. Si bien el miércoles después de haber hablado por última vez para contestarle a Scotti había tomado la determinación de sólo hablar martes, viernes y después de los partidos, en la noche de ese mismo día lo meditó con mayor profundidad y optó por no hacer más declaraciones. Ni siquiera después de los encuentros.

La primera lectura que se hizo ni bien se conoció esta novedad es que la llamativa presencia del presidente rojinegro, Eduardo López, en la práctica de fútbol del miércoles en el Coloso había motivado esta determinación. Aunque algunas fuentes consultadas por este diario aseguraron que el directivo no tuvo injerencia en todo esto. Además, en más de una oportunidad el director técnico dejó en claro que se maneja con total libertad sin recibir "sugerencias". Y efectivamente así se movió hasta el momento a pesar de que al presidente no le agrada demasiado la alta exposición que ostentaba Richard.

Además del choque con Scotti el entrenador también había generado polémica por sus dichos con los jugadores de Tigre, con Leonardo Madelón en la previa al clásico y contra los árbitros Diego Abal (dirigió ante Vélez) y Carlos Maglio (controló Lanús-Newell’s). Pero todo quedó en el anecdotario.

Los resultados juegan a favor de Caruso hasta tal punto que ya ingresó en la simpatía de la gente, que en el inobjetable triunfo ante Argentinos coreó su nombre por primera vez. Si habla o no habla no es algo que interesa en el hincha, sólo desea que el equipo siga sumando y deje atrás todo peligro de promoción.

Ricardo Caruso Lombardi no hablará más. Esa es la decisión que tomó después de un largo análisis. Habrá que ver hasta cuándo durará la veda verbal.