Estudiantes fue práctico y cerrado. Apenas con eso le alcanzó para superar a un desdibujado Boca, sin ideas, por 2 a 0. Para ponerle un freno a un equipo plagado de estrellas, pero que ayer lucieron apagadas en el estadio de Quilmes, donde el pincha hizo de local. Fabián Noguera y Matías Pellegrini inflaron la red para sorprender a un xeneize que cortó una racha de más de 600 días siendo puntero (ver aparte). Más allá de este detalle estadístico, lo más preocupante para el equipo de Guillermo Barros Schelotto es la opaca imagen que desplegó en la tarde de feriado.
Las cosas comenzaron complicadas para Boca, porque a los 5 el Mellizo debió gastar un cambio cuando Izquierdoz sufrió una molestia y le dejó el lugar a Goltz. Durante ese tiempo sólo tuvo una ocasión de gol a través de Mas.
Confundido y apurado, así se lo notó a Boca en todo el primer tiempo, porque Estudiantes lo llevó al juego que más le convenía, con mucha presión en el mediocampo y neutralizando al rival.
El único que aportó algo de movilidad y juego asociado en el equipo de la ciudad de las diagonales fue Zuqui, mientras que Gómez y Lugüercio se abocaron más a cortar que a aportar.
El pincha siguió acumulando altura en el campo de juego y el DT Benítez mandó a Noguera por Facundo Sánchez, mientras que Boca intentó dominar un mediocampo que le fue esquivo, porque Barrios perdió ante sus rivales y Pablo Pérez careció de claridad.
A los 12 Andrada sacó un tremendo cabezazo de Noguera, pero en la siguiente jugada el mismo jugador rompió el cero.
El Mellizo metió mano en el equipo y sacó a un Nández sin sorpresa y a un Cardona inexpresivo para colocar a Wanchope y a Villa.
Enchufado y apretando en todo el terreno, Estudiantes siguió haciendo su juego: neutralizar, correr y apostar a la pelota parada. A los 20, Villa remató entrando por derecha y tapó Andújar con los pies.
Sobre los 30, Pellegrini tomó una pelota aislada, dejó desairado a Goltz y a Magallán y remató de zurda, pero por más que Andrada tocó el balón no pudo evitar el 2-0 del local.
El xeneize fue sólo la impronta de Pavón, pero si bien tuvo alguna chance terminó absorbido por la marca, mientras que Zárate abusó de la individual y así Boca no logró siquiera arrimar peligro.