Siempre se dice que a los partidos hay que jugarlos con todo hasta que el árbitro marque el final. Y el gol de cabeza marcado por Emmanuel Gigliotti con el que Boca se alzó con un triunfazo ante Belgrano llegó a los 92’. Entonces, es cierto. Y el valor de estos tres puntos en tierra cordobesa le dan al equipo que dirige Carlos Bianchi una tranquilidad significativa para el complicado presente con críticas al juego, mucho más que a los resultados.
Y si encima en la jugada anterior el que estuvo ahí de convertirse en ganador fue Belgrano, el valor del 1 a 0 aumenta. Fue cuando César Mansanelli remató y obligó a una muy buena respuesta de Agustín Orion.
El partido fue parejo. Con pocas jugadas de gol, pero con polémicas. Con protestas por penales, con una expulsión que no se concretó (Ceballos se la marcó a Velázquez y al toque revirtió con amarilla).
Los dos equipos quedaron en deuda en lo que refiere a funcionamiento colectivo. Les costó el traslado, la circulación y, sobre todo, la generación de jugadas de riesgo.
Con un desarrollo que en el primer tiempo favoreció al Celeste, que aprovechó la pegada y disposición de Lucas Zelarayán quien en forma inteligente se movió a espaldas de Federico Bravo le generó problemas a la zaga central xeneize. Aunque el hondureño Jerry Bengtson desperdició dos oportunidades para convertirse en héroe en su presentación como titular. Aunque a la más clara la falló el Picante Pereyra a los 25’.
Boca dependió casi en exclusiva de lo que pudiera armar Federico Carrizo, el único capaz de romper líneas. Y el ex Central, a los 28’, dispuso de la chance más nítida pero su remate se estrelló en el travesaño.
En los segundos 45 minutos no hubo prácticamente acciones de riesgo. Los dos equipos apelaron a similares recetas: pelotazos que buscaban equivocaciones en las defensas rivales o bien el aprovechamiento integral de alguna pelota detenida. Pero a los dos les costó demasiado.
Castellani tuvo un disparo desde afuera del área que resolvió Olave (52’), mientras que Belgrano contó con otra chance que no pudo concretar el ingresado Julio Furch (64’), después de un tiro libre de Zelarayán, que peinó bien el delantero Pereyra.
Así entre la apatía de uno y otro, el partido se iba con el 0-0 sellado. Hasta que llegó el minuto 90, con la acción de Mansanelli que cubrió bien Orion.
Y en la contra, Carrizo pinchó la pelota, Gigliotti sacó provechó de la siesta de Nicolás Ferreyra y asestó un cabezazo letal para que Boca disimulara las falencias que caracterizan su rendimiento con el 1-0 ganador. wSiempre se dice que a los partidos hay que jugarlos con todo hasta que el árbitro marque el final. Y el gol de cabeza marcado por Emmanuel Gigliotti con el que Boca se alzó con un triunfazo ante Belgrano llegó a los 92’. Entonces, es cierto. Y el valor de estos tres puntos en tierra cordobesa le dan al equipo que dirige Carlos Bianchi una tranquilidad significativa para el complicado presente con críticas al juego, mucho más que a los resultados.
Y si encima en la jugada anterior el que estuvo ahí de convertirse en ganador fue Belgrano, el valor del 1 a 0 aumenta. Fue cuando César Mansanelli remató y obligó a una muy buena respuesta de Agustín Orion.
El partido fue parejo. Con pocas jugadas de gol, pero con polémicas. Con protestas por penales, con una expulsión que no se concretó (Ceballos se la marcó a Velázquez y al toque revirtió con amarilla).
Los dos equipos quedaron en deuda en lo que refiere a funcionamiento colectivo. Les costó el traslado, la circulación y, sobre todo, la generación de jugadas de riesgo.
Con un desarrollo que en el primer tiempo favoreció al Celeste, que aprovechó la pegada y disposición de Lucas Zelarayán quien en forma inteligente se movió a espaldas de Federico Bravo le generó problemas a la zaga central xeneize. Aunque el hondureño Jerry Bengtson desperdició dos oportunidades para convertirse en héroe en su presentación como titular. Aunque a la más clara la falló el Picante Pereyra a los 25’.
Boca dependió casi en exclusiva de lo que pudiera armar Federico Carrizo, el único capaz de romper líneas. Y el ex Central, a los 28’, dispuso de la chance más nítida pero su remate se estrelló en el travesaño.
En los segundos 45 minutos no hubo prácticamente acciones de riesgo. Los dos equipos apelaron a similares recetas: pelotazos que buscaban equivocaciones en las defensas rivales o bien el aprovechamiento integral de alguna pelota detenida. Pero a los dos les costó demasiado.
Castellani tuvo un disparo desde afuera del área que resolvió Olave (52’), mientras que Belgrano contó con otra chance que no pudo concretar el ingresado Julio Furch (64’), después de un tiro libre de Zelarayán, que peinó bien el delantero Pereyra.
Así entre la apatía de uno y otro, el partido se iba con el 0-0 sellado. Hasta que llegó el minuto 90, con la acción de Mansanelli que cubrió bien Orion.
Y en la contra, Carrizo pinchó la pelota, Gigliotti sacó provechó de la siesta de Nicolás Ferreyra y asestó un cabezazo letal para que Boca disimulara las falencias que caracterizan su rendimiento con el 1-0 ganador. w