En Boca Juniors ambicioso pero caótico no pudo quebrar la resistencia de un Banfield especulativo pero ordenado, y el partido en La Bombonera finalizó con un 1-1 que no colmó las expectativas de los xeneizes y que sí le cayó muy bien a su visita.
En Boca Juniors ambicioso pero caótico no pudo quebrar la resistencia de un Banfield especulativo pero ordenado, y el partido en La Bombonera finalizó con un 1-1 que no colmó las expectativas de los xeneizes y que sí le cayó muy bien a su visita.
Banfield comenzó ganando con un gol de Civelli y ya en el segundo tiempo el siempre presente Martín Palermo alcanzó la igualdad en un partido por momentos vibrante, pero pocas veces bien jugado.
Banfield planteó en el primer tiempo un esquema de mucha presión en el medio, dejando mucho terreno para que Cvitanich se las arreglara solo con los centrales rivales. Este planteo le salió perfecto, porque a Boca le costó mucho salir de la telaraña que se le presentó cerca del área rival y el único delantero visitante complicó en cada una de sus intervenciones.
Por ejemplo, a los 16’ ganó por la izquierda ante Alvaro González, llevó la pelota hasta el fondo y tocó hacia atrás para que Civelli con remate cruzado a palo izquierdo venciera a Caranta.
En el resto de la etapa inicial, Boca juntó gente en campo rival y tuvo por mucho tiempo la pelota en su poder. Entre tanto dominio territorial, el local forzó algunas oportunidades como un zurdazo de Palermo después de un giro que se le fue alto a los 27’, otro remate por sobre el travesaño del mismo delantero luego de una muy buena jugada de Cardozo a los 31’ y un disparo de Boselli también desviado a los 36’.
De todas maneras, la coordinación de movimientos en el equipo local nunca fue la adecuada y por el contrario permaneció sumido en una notoria confusión.
El ingreso de Gracián le cambió la cara a Boca, que mejoró notoriamente su nivel en el comienzo de la etapa final, mientras que, Banfield se retrasó y permitió que su rival le copara la cancha.
A los 13’ llegó el empate en una jugada que comenzó Gracián, prolongó Alvaro González con un centro largo y culminó con el sello de Palermo con un cabezazo cruzado..
En los minutos siguientes, Boca siguió empujando, pero, a los 18’, recibió una clara señal de peligro cuando Cvitancih volvió a complicar y el central paraguayo Julio César Cáceres le cometió un clarísimo penal no sancionado.
Después Banfield salió del encierro y la presencia de Maximiliano Laso para acompañar a Cvitanich le dio mayor presencia ofensiva.
Boca siguió pretendiendo más, y tuvo una buena oportunidad a la media hora cuando Mauro Boselli elaboró una buena maniobra girando en el área, pero la terminó con un zurdazo defectuoso cuando se imponía el pase a Palermo.
Las otras dos oportunidades netas fueron a través de un cabezazo apenas alto de Palermo y cuando Dátolo recibió del Titán en el medio del área, sin marca, pero la tiró por encima del travesaño.
Fue empate. Y la sensación fue que si el xeneize hubiera despertado antes, quizás habría sido otra historia. Pero se dejó madrugar y lo pagó perdiendo dos puntos. l
Por Álvaro Torriglia
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