Boca empató en La Plata, River se acercó y si Newell's gana le respirará en la nuca

El Mellizo Barros Schelotto lo único que hizo anoche en la conferencia de prensa tras el partido y en declaraciones mano a mano con canales deportivos fue reclamar que le den penales a Boca, quejándose por la supuesta falta a Darío Benedetto en el primer tramo del partido, que Silvio Trucco, de frente a la jugada, interpretó que no fue. Si hubo un toque de Sánchez fue mínimo y quedó claro que el delantero exageró la caída. El técnico del líder dejó claro dos cosas: que está nervioso y presionado, y le cargó una mochila al árbitro que le toque dirigir. Seguro será tema de la semana.

Es que Boca, luego de un buen comienzo de la mano del sorpresivo regreso de Centurión (esguince de rodilla del que se recuperó demasiado rápido), donde ahogó a Estudiantes, monopolizó la pelota e inquietó algo a Andújar, fue cediendo terreno y el Pincha le disputó la posesión hasta hacer un trámite cerrado. Igual, al final Boca pudo ganarlo pero Benedetto no pudo tocar a la red y Andújar regaló una pelota que Betancur no resolvió. Lo que quedó fue una super presión para el líder.

Súper presión de River

Aunque se vio complicado por Temperley, River resolvió bien su partido ante un rival que quedó al borde del descenso, lo goleó 4 a 1 y quedó a 7 puntos de Boca, a quien visitará en La Bombonera el domingo. Con el handicap de un partido pendiente en Tucumán ante Atlético. Los números dicen que depende de sí mismo para quedar a un punto y para eso metió una gran presión.

En los errores cometidos por los gasoleros en los primeros tres goles de River, quedó demostrado la diferencia de categoría entre ambos más allá del entusiasmo de Temperley y hasta del golazo del empate de Cimino. Cuando Alario transformó en gol el penal (clara mano) para el segundo, se terminó todo y hasta llegó el lujo del golazo de Mayada de afuera del área.