Boca Juniors fue esta noche un equipo anárquico, inconexo, limitado a intentos individuales y sufrió en su cancha un inesperado revés por 1-0 ante Deportivo Capiatá, que complica sus posibilidades en la Copa Sudamericana.
El 1-0 fue producto de un autogol de Lisandro Magallán, a los 44 minutos del primer tiempo. Tras un córner desde la derecha y un desvío en el primer poste, la pelota dio en el pecho del juvenil zaguero y descolocó al arquero Agustín Orion.
El desquite de este juego por los octavos de final se desarrollará el jueves de la semana próxima en el estadio de Sportivo Luqueño.
Desde el comienzo le faltó conducción al equipo de Rodolfo Arruabarreana, no encontró juego asociado y cuando quedó en desventaja, intentó presionar, pero nunca lo hizo con prolijidad y las veces en que forzó alguna oportunidad se encontró con el estupendo trabajo del arquero paraguayo Antonio Franco.
En el primer período, Boca nunca logró superar la presión que Capiatá le imponía en la mitad de la cancha y tuvo a su jugador más agresivo en Andrés Chávez, aunque el delantero no siempre ejerció bien el destino de la jugada.
A los 6 minutos, Andrés Chávez se llevó una pelota entre dos defensores, pero la adelantó en el último control y llegó Franco para rechazar con un pie.
Sobre los 20, una volea de Juan Manuel Martínez rebotó providencialmente en Arturo Aquino y la mejor oportunidad para el local llegó a los 34, en una acción de Chávez sobre la derecha con un zurdazo que salvó Franco cediendo un córner.
Capiatá, más allá de sostener el juego bastante lejos de su arco, casi no se había aproximado al área del adversario, pero, a los 43, forzó un córner que ejecutó Oscar Ruiz, cabeceó Carlos Ruiz Peralta y salvó Orion con gran esfuerzo cediendo un tiro de esquina.
Esa vez el que ejecutó desde la derecha fue Ruiz Peralta, cabeceó Ruiz, la pelota se desvió en Magallán desubicando a Orion y se transformó en gol.
En lo poco que quedaba de la etapa, Boca fue a atacar con la determinanción que antes no había tenido, sobre la hora volvió a lucirse Franco cediendo córner por cabezazo de Jonathan Calleri y, a continuación, un remate de Gonzalo Castellani lo despejó el arquero. Cuando iba en búsqueda de la pelota Calleri hubo una clara mano intenciónal de Aquino, pero el árbitro brasileño Sandro Ricci no sancionó.
En el segundo capítulo Boca siguió sin encontrar juego claro por abajo y en la primra media hora sólo había inquietado con tres cabezazos de Calleri, uno atajado y los otros dos desviados.
Justo a los 30 minutos, una acción personal de Marcelo Melli por derecha produjo otra muy buena intervención de Franco y a continuación Magallán cabeceó desviado.
Los ingresos de Luciano Acosta, Emmanuel Gigliotti y Emanuel Insúa no habían mejorado la imagen de Boca y en el tramo final hasta quedó expuesto a algún contraataque.
Las dos últimas ocasiones las provocó en el minuto 44, cuando Franco salvó a los pies de Acosta y en el primer minuto agregado, con la maniobra mejor elaborada, ya que Insúa llegó hasta el área y jugó hacia atrás por abajo para que Calleri rematara a la carrera, pero de nuevo apareció el guardavalla para salvar el histórico triunfo de su equipo.