Carlos Bianchi dispuso un trabajo liviano para el plantel de Boca que sólo hizo trabajos físicos en el gimnasio, debido a la cantidad de lesionados y cuidando además a los jugadores para el superclásico ante River a jugarse el 31 de este mes en México.
Juan Román Riquelme, quien continúa negociando su continuidad en el club, entrenó de modo diferenciado ya que sigue recuperándose del hematoma en el quinto metatarsiano del pie izquierdo, que lo privó de estar en la última fecha ante Gimnasia.
El capitán del Xeneize jugará ante River en el estadio Azteca de México siempre y cuando esté torecuperado de su lesión. Hoy existe optimismo sobre su evolución.
El entrenamiento, que arrancó a las 9.30 y fue a puertas abiertas para la prensa, consistió en un primer turno de ejercicio físicos y luego un trabajo regenerativo.
Además, trabajaron aparte los lesionados Juan Manuel Martínez, con un esguince del ligamento colateral mediano; Cristian Erbes, con un desgarro en el músculo piramidal derecho, y Nicolás Colazo, con una fractura de uno de los dedos de su mano izquierda, los tres descartados para jugar ante River.
También trabajaron aparte pero tienen posibilidades de estar en el estadio Azteca: Emmanuel Gigliotti, con esguince en el tobillo izquierdo; Federico Bravo, con un traumatismo en el tobillo izquierdo; Pablo Ledesma, con un fuerte traumatismo en el tobillo derecho, y Emanuel Trípodi, con un esguince en la rodilla derecha.
Boca desarrollará hoy su último entrenamiento semanal desde las 9.30 en Casa Amarilla y es posible que Bianchi disponga por primera vez esta semana una práctica de fútbol. Luego tendrán sábado y domingo libres y retornarán a las prácticas la semana que viene.